Más del 75 % de los reclusos del pabellón donde tuvo lugar la masacre en la prisión Número 1 de Guayaquil, el pasado 28 de septiembre, carecían de una sentencia ejecutoriada y el 61,3 % de los asesinados tenía entre 20 y 30 años, afirmó ayer la secretaria de Derechos Humanos, Bernarda Ordóñez.

Ordóñez precisó que hasta la fecha, de los 119 presos fallecidos en el peor motín registrado en la historia reciente del país, se ha logrado identificar 106 muertos.

Según datos que ha cruzado la Secretaría que dirige con otros facilitados por el Ministerio de Gobierno se ha podido extraer que el 33 % de los muertos eran menores de 25 años y el 35% de los procesados lo fueron por delitos de robo y tráfico de drogas.