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La lactancia materna es una manifestación pura de amor que otorga innumerables beneficios, tanto para el recién nacido como para la madre.

Esta acción se convierte en un cimiento crucial para los bebés y las madres, sobre el cual se construye una vida saludable.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los bebés deben ser alimentados con leche materna de forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Posteriormente, la lactancia trabajará en conjunto con la alimentación complementaria para ayudarlo a crecer saludable.

Fernando Montaño, asesor médico de Nestlé Nutrition, indica que “la lactancia materna es crucial en los primeros 1.000 días de vida del bebé, un periodo que incluye la gestación y los dos primeros años tras el nacimiento”.

Este tiempo es determinante para el desarrollo físico, mental y emocional del niño. La leche materna juega un papel relevante para asegurar que el pequeño crezca con fuerza y vitalidad.

Lactancia materna para que crezca sano y fuerte

Además, “los beneficios de la lactancia no se limitan al corto plazo; sus efectos positivos perduran a lo largo de toda la vida, contribuyendo al bienestar general del niño”, agrega.

La leche materna, no sólo ofrece la mezcla de vitaminas, proteínas y grasas que un bebé necesita. También contribuye a disminuir el riesgo de infecciones gastrointestinales y respiratorias, y enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes.

Para las madres, amamantar trae consigo ventajas significativas.

Por ejemplo, el acto de producir leche materna ayuda a quemar calorías, facilitando la recuperación del peso previo al embarazo.

Además, mediante la lactancia se produce la hormona oxitocina, la misma que “contribuye a la contracción del útero, reduciendo el riesgo de hemorragia posparto y promoviendo la recuperación física de la madre”, explica Montaño.

Asimismo, favorece la relajación, ya que al amamantar también se genera la hormona prolactina, que estimula la producción de leche. El médico agrega que “esta hormona tiene un efecto relajante en la madre y en el bebé”.

Destaca que a largo plazo, la lactancia reduce el riesgo de padecer cáncer de mama y ovarios, además ayuda a prevenir la osteoporosis.

Beneficios emocionales de la lactancia materna

Además de los beneficios físicos, dar de lactar genera sentimientos de apego y disminuye el riesgo de depresión posparto, en lo emocional.

Es así que gracias al surgimiento de sentimientos que las mamás describen como amor, felicidad y apego, amamantar tiene un impacto positivo que se extiende también al bienestar emocional.

“Este proceso, aunque a veces desafiante, es una experiencia profundamente gratificante que muchas madres describen como una de las más significativas de sus vidas”, señala el médico.