La implicación de altos jueces nacionales y provinciales, así como de otros funcionarios de la administración de justicia, obliga a plantear un necesario cambio en el sistema judicial del país.
Es escandaloso que de los cinco miembros titulares del Consejo de la Judicatura o sistema judicial haya dos detenidos por estar involucrados en delitos graves.
Y que otros dos intagrantes del sistema judicial fueran separados por ser procesados en casos de tráfico de influencias.
Es lamentable que jueces de todos los niveles estén bajo investigación por supuestos actos irregulares en el ejercicio de sus cargos.
Lo menos que podría hacerse es encaminar una auditoría de todo el personal vinculado con la Justicia.
Además separar a quienes no muestren condiciones para el servicio público.
“Hay que devolverle a la ciudadanía la confianza en la Justicia”.
Y esto debe abarcar también a fiscales, secretarios y jueces. Hay que devolverle a la ciudadanía la confianza en la Justicia.
Si el trabajo de esta función del Estado falla, se corre el riesgo de vivir en condiciones de indefensión e inequidad.
Lo cual, a su vez, acrecentaría la violencia y el caos social.
Es tiempo de dar los primeros pasos en este sentido.
La Justicia es uno de los pilares básicos del Estado de derecho y una garantía para el ejercicio de otros derechos vinculados con las libertades individuales.
Editorial de El Diario publicado este martes 2 de enero del 2024 en nuestra edición impresa.
