La elaboración del reglamento a la nueva Ley de Comunicación, que no es sino una mejora de la norma anterior, debe ser prioridad para que se puedan definir las políticas de protección a los periodistas y para que la ley pueda aplicarse.
La ley crea el mecanismo de prevención y protección del trabajo periodístico, a cargo del Consejo de Desarrollo y Promoción de la Información y Comunicación, que es la entidad que debe elaborar el reglamento, en el que tiene que definirse la conformación de dicho mecanismo.
Esto es importante en estos conflictivos tiempos, en que el ejercicio del periodismo entraña mayor riesgo.
Las libertades de información y comunicación no pueden ejercerse a plenitud bajo amenazas y otros mecanismos de censura.
“Las mordazas no deben tener cabida en una sociedad democrática”.
Así mismo, la aplicación de la ley demanda la vigencia de un reglamento que aclare conceptos y determine los procedimientos a seguir en cada caso.
Pero debe ceñirse al espíritu de respeto y de defensa de las libertades con el que se trabajó la ley, no a las conveniencias de un gobierno ni de una institución.
Es de esperar que el reglamento complemente la intención de preservar y garantizar la vigencia de los derechos y libertades que invoca la ley.
Las mordazas no deben tener cabida en una sociedad democrática.
Editorial de El Diario publicado este martes 20 de diciembre del 2022 en nuestra edición impresa.