El país necesita, como factor primordial, un mínimo consenso y reconciliación política para que sus poderes avancen en un mismo sentido.
Hasta ahora, los conflictos internos entre bancadas de la Asamblea Nacional, las disputas entre la mayoría legislativa y el Ejecutivo, los problemas al interior del Consejo de Participación Ciudadana y de Control Social, los cuestionamientos al sistema de justicia y el manejo de lo electoral deterioran el no tan halagüeño panorama nacional.
Hay que ofrecer puentes de diálogo y buscar puntos coincidentes.
Siempre con la mira puesta en lo que más convenga a la sociedad antes que a las organizaciones.
Si bien los disensos son parte necesaria del ejercicio democrático, es lamentable que las cosas se hayan llevado a tal punto que generan fricciones y posturas irreconciliables de las fuerzas políticas.
El país necesita, exactamente, lo contrario.
“Sin perder el rumbo ni las posiciones ideológicas, por el bien del país”.
Si se tuviera una visión de servicio y desarrollo, habría mejores resultados, sobre todo en la estabilidad y la gobernabilidad.
Inicia un año y es de esperar que haya una reconciliación política, sin perder el rumbo ni las posiciones ideológicas, por el bien del país.
Editorial de El Diario publicado este domingo 1 enero del 2023 en nuestra edición impresa.