Las amenazas contra los fiscales deben motivar la preocupación de las autoridades, tanto de la Judicatura como del Gobierno, pues evidencian la temeridad y la libertad con las que actúa la delincuencia.
Una de las medidas que tienen que cambiarse es la de proveerles de protección policial solamente cuando estén en verdadero riesgo, previo análisis de las autoridades superiores.
El resguardo para los fiscales debe ser permanente.
Es paradójico que les nieguen protección a quienes están llamados a impulsar para que se cumplan las leyes, pero se la asignan a reos en arresto domiciliario.
El fiscal investiga, reúne elementos probatorios, acusa e impulsa las acciones judiciales.
“Se tiene que iniciar una investigación minuciosa y urgente”.
Persigue los delitos y a quienes los perpetran, en aras de la justicia y el respeto a las leyes.
En este sentido, ejerce un rol de representación de la sociedad.
Las amenazas de las que han sido víctimas fiscales en algunas provincias del país, entre ellas Manabí, no pueden caer en oídos sordos.
Se tiene que iniciar una investigación minuciosa y urgente.
Así mismo, es necesario que se investiguen a profundidad los asesinatos contra funcionarios judiciales para evitar que queden en la impunidad.
Editorial de El Diario publicado este sábado 21 enero del 2023 en nuestra edición impresa.