La posición del Gobierno de Ecuador de reclamar elecciones libres y democráticas en Venezuela merece el respaldo general.
A todas luces, los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro se han convertido en dictaduras.
Sus sucesivas elecciones se han dado en medio de la falta de transparencia, la persecución a opositores y el totalitarismo de poderes que inclina las decisiones a conveniencia del Gobierno.
Esta ha sido la tónica en el país venezolano desde 1999, cuando Hugo Chávez asumió la presidencia por primera vez.
Tras su muerte, el gobierno continuó bajo la misma línea con la posesión de Nicolás Maduro.
La reciente inhabilitación política de María Corina Machado, que se vislumbra como contendiente de la oposición, habla a las claras de la forma en que se manejan los procesos electorales.
“El gobierno venezolano ha descalificado y encarcelado a líderes opositores”.
Pero antes también ha existido descalificación y hasta encarcelamiento de figuras políticas que no comulgan con el estilo dictatorial del régimen.
La crisis política, económica y social que se deriva de todo esto desató una ola migratoria hacia Ecuador y otros países que todavía continúa.
El Gobierno ecuatoriano debe mantener su posición de desconocer los resultados de elecciones que no sean democráticas o libres, como ocurre en Venezuela y otros países.
Editorial de El Diario publicado el miércoles 31 de enero del 2024 en nuestra edición impresa.