Resulta meritorio que tanto los agricultores que utilizan el agua del acueducto La Esperanza-Refinería del Pacífico para riego de sus cultivos, como los alcaldes de los municipios que se benefician del caudal para la producción de agua potable, propongan a la Gobernación de Manabí que se destinen recursos para el mantenimiento de este recurso hídrico.
La refinería quedó sólo en proyectos, pero el acueducto tomó utilidad como fuente de aprovisionamiento de agua cruda, por lo que debe garantizarse su funcionamiento.
Desde este espacio se ha sugerido que la mejor forma de administrar el acueducto es la creación de un fideicomiso, en que intervengan el Gobierno Provincial de Manabí, los municipios por cuyos territorios atraviese la infraestructura y delegados de los agricultores usuarios.
No se puede esperar a que se presenten emergencias como la que ocurrió en abril del año pasado por un desacople en la tubería, o como la del año 2020, por problemas eléctricos, que causaron verdaderas crisis por el desabastecimiento de agua en los cantones Montecristi, Jaramijó y Manta.
El Gobierno Provincial y la Gobernación deben canalizar la iniciativa de los agricultores y los municipios para evitar que, por falta de una adecuada administración, el acueducto se convierta en un recurso poco útil.
Editorial de El Diario publicado el sábado 3 de junio del 2023 en nuestra edición impresa.
