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La reconstrucción de los daños que dejó el terremoto del 2016, sobre todo en Manabí
—la más afectada por el trágico evento natural—, es una gran deuda que el Estado viene arrastrando desde hace ocho años con esta provincia.

Conforme pasa el tiempo, parece que en los últimos cuatro gobiernos (de Correa, Moreno, Lasso y Noboa) se hubieran olvidado de las grandes necesidades que quedaron en Manabí y que aún no han sido atendidas.

“El país mira cómo se investigan casos de corrupción alrededor de la tragedia”

Si bien se construyeron los hospitales que estaban planificados, persisten problemas como la falta de equipos y, en el caso del de Bahía de Caráquez, la definición de la titular del terreno donde está implantado.

Hay obras de infraestructura que quedaron inconclusas, pero lo más grave es que persisten secuelas sociales, económicas y humanas.

Mientras, el país mira cómo la justicia investiga un uso incorrecto de los fondos que los ciudadanos aportaron para la reconstrucción y que involucra a exfuncionarios de alta jerarquía, que se suma a otros casos de corrupción que se dieron alrededor del mismo tema.

La reconstrucción sigue siendo, en definitiva, una deuda del Estado con Manabí. Es de esperar que el Gobierno, al menos, trace la ruta para saldarla.

Editorial de El Diario publicado el martes 16 de abril del 2024 en nuestra edición impresa.