El planeta entero debe abocarse a encontrar un equilibrio ambiental que permita el desarrollo humano sin la destrucción de la naturaleza. Con ese objetivo todos están de acuerdo.
El desacuerdo llega cuando hay que determinar el lugar en dónde está ese punto del equilibrio.
Los apagones son un ejemplo de que la buena intención de contaminar menos el ambiente se estrella con lo poco inteligente que resulta el depender en un 70 % de la generación hidroeléctrica, expuesta al fenómeno natural y cíclico de la sequía.
No es real intentar reemplazar la generación hidroeléctrica por otras fuentes poco contaminantes como la solar, eólica y otras similares. Con ellas no se alcanzaría en un futuro mediato a suplir la necesidad a un costo pagable.
Es necesario incrementar en la matriz energética más generación con base en combustibles. Es cierto, eso es muy contaminante al ambiente, pero hay que hacerlo.
“Incrementar en la matriz energética más generación con base en combustibles”
Suspender la extracción petrolera en el Yasuní, lamentablemente por mandato popular, es otro error. Ecuador no se puede dar el lujo de dejar de explotar sus recursos naturales y de perder dinero.
Es cierto que la extracción contamina, pero hay que hacerlo. Ecuador, como todo país, debe cuidar el planeta porque de él depende.
Encontrar el punto de equilibrio ambiental es el desafío de esta generación que está enfrentando las consecuencias de la poca atención que se dio al tema en los últimos cien años.
Editorial de El Diario: Publicado el 13 de octubre del 2024 en nuestra edición impresa.