Perú batió esta semana su récord anual de cocaína incautada al alcanzar casi 62 toneladas decomisadas desde inicios de 2021, pero la erradicación de cultivos ilícitos de hoja de coca ha caído a cifras mínimas.
En los primeros diez meses de 2021, las autoridades peruanas han incautado un total 61.830 kilos de cocaína en diferentes formas y estados de producción, según los datos del Ministerio del Interior.
Así superó el récord histórico logrado en 2019, cuando las incautaciones de cocaína ascendieron a los 61.434 kilos, y es el tercer año consecutivo que los decomisos de esta droga están por encima de las 60 toneladas.
Con dos meses aún por delante para terminar 2021, las cifras de incautaciones pueden todavía aumentar y quedar ostensiblemente por encima de los dos años anteriores.
Solo en las últimas semanas se incautaron más de 800 kilos de cocaína en dos operativos en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), la principal cuenca cocalera de Perú.
Sin embargo, desde que comenzó 2021 apenas se han erradicado 1.150 hectáreas de cultivos ilícitos de hoja de coca, lejos de las más de 25.000 hectáreas que se destruían anualmente en los últimos años.
El Ministerio del Interior atribuyó este descenso en la paralización de los operativos de erradicación por el rebrote del covid-19 y el proceso de inmunización de los trabajadores del Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos Ilegales en el Alto Huallaga (Corah), encargado de las erradicaciones.
Durante este año los operativos del Corah se han concentrado en la provincia Padre Abad, de la oriental región de Ucayali, fronteriza con Brasil; y en Carabaya, de la sureña región de Puno, en la frontera con Bolivia.
Precisamente, la política de erradicación de cultivos ilícitos de hoja de coca está bajo discusión con el nuevo ministro del Interior, Luis Barranzuela, cuya postura es contraria a estos operativos.
Incluso el presidente Pedro Castillo acudió a la reciente convención nacional de cocaleros celebrada en el VRAEM, donde los productores reclamaron la legalización de los cultivos.
Perú es el segundo productor mundial de cocaína por detrás de Colombia, con una producción estimada de no menos de 400 toneladas métricas anuales que salen del país principalmente por vía marítima a través de los puertos del Callao y Paita y por vía aérea, con “narcoavionetas” que aterrizan en pistas clandestinas en la selva.
La droga procede de 54.655 hectáreas de cultivos de hoja de coca, según la última estimación oficial que data de 2019, aunque la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de Estados Unidos calculaba en 2020 que eran 72.000 hectáreas. EFE