La profesora Anne von Gottberg, vicepresidenta del Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución del SARS-CoV-2 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha apuntado que la infección previa por COVID-19 podría no proteger contra la nueva variante ómicron, al contrario de lo que sí ocurría con delta.
“Creemos que esa infección previa no proporciona protección contra la infección debida a ómicron. Sin embargo, es de esperar que les proporcione protección contra el ingreso en el hospital y la muerte. Eso es bastante grande porque la infección previa solía proteger contra delta y ahora con ómicron no parece ser el caso”, ha comentado en rueda de prensa este martes.
Pese a que ve posible un riesgo de reinfección con la variante ómicron, la experta sí cree que las vacunas “protegerán contra la enfermedad grave”.
“Hemos visto un aumento constante de la protección utilizando vacunas con las otras variantes. Las vacunas siempre han resistido para prevenir la enfermedad grave y el ingreso en los hospitales y la muerte”, ha insistido la experta, microbióloga clínica del Centro de Enfermedades Respiratorias y en el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica.
Von Gottberg ha señalado que ayer en Sudáfrica se notificaron más de 8.000 nuevos casos. “La mayoría de ellos se encuentran en el epicentro de nuestro actual comienzo de la cuarta ola. Estábamos en el período intermedio entre nuestra última tercera ola, que fue por delta, donde las cosas estaban muy tranquilas y el número de casos era muy bajo. Y ahora están aumentando a un ritmo rápido. Los números están aumentando muy rápidamente”, ha advertido.
Al respecto, la experta ha alertado de que “muchos de los infectados tienen una infección previa”. “Parece que hay un predominio de ómicron en todo el país. Ha sido identificada a través de la secuenciación en al menos cinco de nuestras provincias que tienen datos de secuenciación, y creemos que las otras provincias simplemente no se ha identificado todavía porque no tenemos especímenes que han sido secuenciados”, ha explicado.
Por su parte, el director de Emergencias de la OMS en África, Salam Gueye, ha lamentado que “cada vez son más los países que notifican la nueva variante desde que se secuenció por primera vez en Sudáfrica”.
“Ghana y Nigeria se han convertido en los últimos países africanos en detectar ómicron. A nivel mundial, más de 20 países han notificado ya la nueva variante. Se espera que la variante ómicron se detecte en más países a medida que las autoridades nacionales intensifiquen las operaciones de vigilancia y secuenciación”, ha sostenido.
Aunque se está investigando para saber si la nueva variante es más contagiosa, causa una enfermedad grave o tiene un impacto en la eficacia de la vacuna, Gueye ha resaltado que “su aparición es un duro recordatorio de que se deben redoblar los esfuerzos para frenar la transmisión de la COVID-19”.
Asimismo, ha aprovechado su intervención para agradecer la “la rapidez y la transparencia con que Botsuana y Sudáfrica han detectado la nueva variante y han alertado al mundo de ella”. “Nos ha permitido empezar a organizar una respuesta eficaz. Debemos aprovechar esta oportunidad y actuar con rapidez para intensificar las medidas de seguimiento, detección y control de la propagación de ómicron”, ha remachado.