Las autoridades egipcias han ordenado la detención de un ciudadano que aseguró en un programa de televisión que en dos años se había casado con 33 mujeres de forma temporal para ayudarlas a sortear una norma islámica que impide a una mujer casarse más de tres veces con el mismo hombre.
La Fiscalía General de Egipto informó este miércoles en un comunicado de la detención de Mohamed al Mallah, bajo las acusaciones de violar los principios y valores familiares de la sociedad egipcia y por difundir noticias falsas, ya que además el hombre exageró en el número de matrimonios en su haber.
La polémica que ha puesto a Al Mallah bajo la lupa de la Justicia tiene su origen en una fetua o edicto religioso islámico según el cual un hombre no puede casarse con y divorciarse de una misma mujer más de tres veces, a menos que ella pase por un matrimonio válido (esto es, consumado) y divorcio con otro hombre antes de la cuarta vez.
No es algo insólito en los países musulmanes que un hombre y una mujer se casen y divorcien varias veces dada la relativa facilidad con la que una pareja se puede divorciar, algo que no redunda en una ventaja para ellas, que muchas veces se ven forzadas a volver con su exmarido para poder ver a sus hijos o por la precariedad económica en la que quedan.
Al Mallah aseguró el pasado mes de octubre, en el programa de entrevistas “Lo que pasa en Egipto”, que hace dos años comenzó a contraer matrimonios temporales para ayudar a mujeres que necesitaban pasar por ese trámite para volver a casarse una cuarta vez con el mismo hombre.
“Empecé porque hay familias que se destruyen por el divorcio, y no lo hago para cualquier persona, debe ser un conocido mío, o a través de gente de confianza (…). Me he casado y divorciado 33 veces”, aseguró, aunque esos enlaces han durado “como máximo una semana”.
Las declaraciones no sólo no correspondían con los datos recogidos en el registro civil, sino que Dar al Ifta, la institución egipcia encargada de interpretrar la ley islámica y emitir fetuas, especificó que esta práctica estaba prohibida y fue incluso condenada por el propio profeta Mahoma, que ya había previsto la triquiñuela hace más de 15 siglos.
Según la Fiscalía, Al Mallah incluso promocionaba su “servicio” en Facebook, por lo que ha ordenado su detención durante cuatro días por haber creado “un estado de confusión en la sociedad” con un comportamiento contrario al “orden público” y “los valores sociales y religiosos” del país conservador, donde la moral ha llevado a muchas personas al banquillo de los acusados. EFE