Un terremoto de magnitud 6,4 sacudió este sábado las islas Kermadec, un archipiélago situado en el norte de Nueva Zelanda, sin que las autoridades informaran inicialmente de daños materiales ni emitieran una alerta de tsunami.
El seísmo ocurrió a las 15h46 hora local y su hipocentro fue localizado a diez kilómetros de profundidad bajo el lecho marino en el océano Pacífico, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que vigila la actividad sísmica en todo el mundo.
El temblor tuvo lugar 926 kilómetros al suroeste de la localidad de Ohonua, en Tonga, y 1.084 kilómetros al noroeste de Whangarei, una localidad en el extremo norte de Nueva Zelanda.
Las islas Kermadec, situadas entre Nueva Zelanda y Tonga, están deshabitadas, con la excepción del personal de la base permanentemente instalada en la isla de Raoul, que tiene una estación meteorológica y de radio.
En marzo del año pasado, las autoridades neozelandesas activaron la alerta de tsunami dos veces tras varios fuertes seísmos, incluido uno de magnitud 7,3 frente a la costa nororiental y otro de magnitud 8,1 cerca de las Kermadec.
Nueva Zelanda se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía, y registra unos 14 mil terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.