Los líderes campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena fueron condenados a 13 y 10 años de prisión, respectivamente, por el delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional en perjuicio del Estado de Nicaragua y de la sociedad, informó este viernes el movimiento al que pertenecen.
Mairena, que aspiró a ser candidato a la Presidencia de Nicaragua por la oposición, también fue inhabilitado por 13 años para ejercer cargos públicos por el juez Félix Salmerón, del juzgado quinto distrito penal de juicio de Managua, indicó el Movimiento Campesino, en una declaración.
Mairena había anunciado sus intenciones de aspirar a la Presidencia de Nicaragua en las elecciones generales de noviembre pasado, en las que fue reelegido el presidente Daniel Ortega para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta.
Los familiares del líder campesino rechazaron los cargos contra Mairena, que calificaron de “falsos” e “injuriosos”.
“La familia Mairena Sequeira rechaza y condena todas y cada una de las acusaciones falsas e injuriosas hechas en contra de nuestro hijo y hermano Medardo Mairena por parte de fiscales y jueces borregos de esta dictadura”, señalaron los familiares en un escrito público.
FAMILIARES: VIVIMOS UN VIACRUCIS. En el documento, aseguraron que “los familiares de todos los presos políticos vivimos hoy un viacrucis, sentimos impotencia, soledad, silencio y el abandono de los amigos”.
“Solicitamos a la comunidad internacional y las diversas organizaciones de derechos humanos hacer uso de sus facultades y buenos oficios para mediar ante el Estado de Nicaragua y exigir la liberación inmediata e incondicional de nuestros presos políticos”, abogaron.
Tanto Mairena como Mena ya habían pasado 11 meses en prisión tras liderar a los campesinos en las masivas protestas antigubernamentales que estallaron en abril de 2018 por unas controvertidas reformas a la seguridad social.
Ese año la Justicia de Nicaragua los acusó de “terrorismo” y los sentenció a 216 años y 210 años de prisión, respectivamente, pero fueron excarcelados bajo una ley de amnistía que causó controversia porque estos nunca reconocieron haber cometido delitos, y porque dejó sin resolver el asesinato de al menos 355 personas, de acuerdo con las cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
SIGUE JUICIO CONTRA OTROS SIETE OPOSITORES. En tanto, el juicio que comenzó el pasado martes contra tres líderes opositores que también aspiraron a ser candidatos a la Presidencia de Nicaragua, acusados del delito de “traición a la patria”, continúa este viernes.
El juicio contra Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro, que pretendían retar a Ortega en los comicios pasados, también incluye al exvicecanciller José Pallais, el dirigente empresarial José Adán Aguerri y las dirigentes Tamara Dávila y Violeta Granera.
El juicio se celebra a puerta cerrada en El Chipote, una celda ubicada en la Dirección de Auxilio Judicial de la Policía Nacional.
Según el Ministerio Público, que había anunciado que los juicios serían orales y públicos, los opositores son juzgados por haber violentado la Constitución Política, la Ley de defensa de los derechos del pueblo a la independencia, la soberanía y autodeterminación para la paz, la Ley de seguridad soberana y el Código Penal de Nicaragua.
Ortega ha tildado a los opositores encarcelados de “traidores a la patria”, “criminales” e “hijos de perra de los imperialistas yanquis”.