El Papa ha llamado a “desmaculinizar” la Iglesia católica tras constatar que, durante la preparación y la celebración del Sínodo que celebrará su segunda sesión en octubre, no se ha escuchado “suficientemente la voz de las mujeres”.
“Nos hemos dado cuenta, especialmente durante la preparación y la celebración del Sínodo, de que no hemos escuchado suficientemente la voz de las mujeres en la Iglesia y de que la Iglesia aún tiene mucho que aprender de ellas”, dijo.
Lo ha advertido el pontífice en el prólogo del libro ‘¿Desmasculinizar la Iglesia? Comparación crítica sobre los principios de Hans Urs von Balthasar’, publicado recientemente en Italia por Ediciones Paulinas.
El Papa –que ha trabajado para dar mayor visibilidad a las mujeres en el Vaticano en el que ya hay varias secretarias (máximo rango) como la religiosa Stefania Smerilli en el Dicasterio para el Desarrollo Humano integral o la francesa Nathalie Becquart, subsecretaria del Sínodo de los obispos– ha asegurado que la Iglesia es una comunión de “hombres y mujeres que comparten la misma fe y la misma dignidad bautismal”.
“A veces nos sentimos desconcertados. A veces lo que oímos es tan nuevo, tan diferente de nuestra forma de pensar y de ver, que nos parece absurdo y nos sentimos intimidados. Pero este desconcierto es saludable, nos hace crecer”, señalò.
Las mujeres y la iglesia
Estas consideraciones se producen después de que el Papa invitase esta semana a tres mujeres a participar en la reunión del Consejo de Cardenales, el mayor centro de poder en el Vaticano, con el propósito de reflexionar sobre “la dimensión femenina de la Iglesia”.
“Escuchando de verdad a las mujeres, los hombres escuchamos a alguien que ve la realidad desde una perspectiva diferente y así nos vemos llevados a revisar nuestros planes, nuestras prioridades”, comentó.
En las dos últimas sesiones del Consejo de Cardenales, ya habían sido invitadas a participar mujeres teólogas para ofrecer su perspectiva sobre el papel de las mujeres en la Iglesia, uno de los temas más candentes y contenciosos del actual debate de la Iglesia católica.
Sin embargo, esta vez también invitó a la obispa de la Iglesia anglicana y vicesecretaria general de la Comunión Anglicana Jo Bailey Wells.
Su participación fue coordinada por la teóloga italiana Sor Linda Pocher que también estuvo presente en la reunión junto a la religiosa de la orden de María Auxiliadora y profesora de Cristología, Giuliva Di Berardino.
“Precisamente por eso he querido pedir a una mujer, a una teóloga, que ofrezca al Consejo de Cardenales un camino de reflexión sobre la presencia y el papel de la mujer en la Iglesia”, indicò.
“El punto de partida, para este camino, es la reflexión de Hans Urs von Balthasar sobre los principios mariano y petrino en la Iglesia, reflexión que ha inspirado el magisterio de los últimos pontificados en el esfuerzo por comprender y valorar la diferente presencia eclesial del hombre y de la mujer”, destacó el pontífice.
Diaconado femenino
En declaraciones a Europa Press, Pocher manifestó que el pontífice “está muy a favor del diaconado femenino”.
Aunque descartó que en este momento esté sobre la mesa ordenar a mujeres sacerdotes. “No hay ninguna reflexión sobre la ordenación presbiteral de las mujeres en la Iglesia católica”, zanjó.
En este sentido, el Papa ha señalado que “el punto de llegada” de los debates sobre el rol de la mujer en la Iglesia no están definidos.
“Está en manos de Dios”, ha asegurado al tiempo que ha pedido “un lenguaje y un pensamiento eficaces” para dirigirse “a las mujeres y a los hombres de hoy, en la Iglesia y en el mundo, para que crezca la conciencia de reciprocidad y la práctica de la colaboración entre hombres y mujeres”.