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El Papa Francisco se mostró muy apenado por la “terrible explosión de violencia” entre bandas rivales en la cárcel de Guayaquil, en Ecuador, que dejaron más de 118 muertos y numerosos heridos y pidió que “Dios ayude a acabar con la plaga del crimen que esclaviza a los más pobres”.

“Estoy muy apenado por lo que ha pasado en Guayaquil, el Ecuador, una terrible explosión de violencia entre bandas rivales que ha provocado más de cien muertos y heridos. Rezo por ellos y sus familias y que Dios nos ayude para acabar con la plaga del crimen que esclaviza a los más pobres”, dijo Francisco tras el rezo del ángelus dominical en la plaza de San Pedro.

También Francisco pidió ayuda para quienes trabajan “para hacer más humana la vida en las cárceles”.

El pasado martes se registró en el centro de privación de Libertad Zonal 8 de Guayaquil una reyerta entre dos bandas para tomar el control de la cárcel que se saldó con 118 reos fallecidos. EFE