Cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. Millones de personas en todo el mundo se manifiestan en esta fecha para conmemorar la lucha que libran las mujeres desde hace años por la igualdad de derechos. Este día se celebra de manera oficial desde 1975, cuando fue declarado por las Naciones Unidos. Sin embargo, en Estados Unidos no comenzó a celebrarse oficialmente hasta 1994, pese a ser el origen de este homenaje.
Primeras manifestaciones
El Día Internacional de la Mujer no nació de un hecho concreto, sino que ha sido el fruto de más de cien años de movimientos feministas para reclamar una igualdad económica, laboral y social entre hombres y mujeres. Hay que remontarse a finales del siglo XIX y principios del XX para recordar las primeras manifestaciones.
Tras la Revolución Industrial, se produjo un histórico periodo de transformación económica y en el modo de trabajo. Con el movimiento obrero, las mujeres también comenzaron a alzar su voz, pero continuaban siendo explotadas sin ninguna ley que las amparara. Tampoco tenían derecho a voto ni a poder controlar sus propias cuentas bancarias, ni contaban con la misma formación que los hombres. Además, su esperanza de vida era mucho menor debido a los malos tratos y a los partos.
La inquietud por esta formad de vida comenzó a aumentar hasta el punto en que el 8 de marzo de 1857, las mujeres que trabajaban en la industria textil, conocidas ‘garment workers’, en Nueva York, organizaron una huelga para demandar salarios más justos y condiciones laborales más humanas. Dos años más tarde, las manifestantes crearon su primer sindicato para pelear por sus derechos y 51 años después, el 8 de marzo de 1908, 15.000 mujeres volvieron a llenar las calles de Nueva York para exigir un aumento de sueldo, menos horas de trabajo, derecho al voto y prohibir el trabajo infantil bajo el lema fue “Pan y Rosas”. Estos episodios pudieron consolidar la fecha oficial del Día internacional de la Mujer, que se ha celebrado en varias fechas diferentes a lo largo de la historia.
En 1910, se celebró una conferencia internacional en Copenhague a la que acudieron más de 100 mujeres procedentes de 17 países diferentes. En ella, la alemana Clara Zetkin sugirió la idea de conmemorar un día de la mujer a nivel global y la propuesta fue aprobada por unanimidad, aunque sin concretar una fecha concreta, solo el mes de marzo. Así, el 19 de marzo de 1911 se celebra el primer Día Internacional de la Mujer, reuniendo a más de un millón de personas en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, se exigió entonces el derecho al trabajo de la mujer, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
El trágico accidente que intensificó la lucha
La necesidad de apoyar la lucha por unas mejores condiciones de la mujer se intensificó el 25 de marzo de 1911, cuando un trágico incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York causó la muerte de 123 mujeres y 23 hombres. Al parecer, el origen fue una colilla mal apagada tirada en un cubo de restos de tela que no se había vaciado en dos meses. Las víctimas no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica habían cerrado las puertas de escaleras y de las salidas para evitar robos.
Movimientos durante la Revolución Rusa de 1917
En el origen del Día Internacional de la Mujer, la ONU también destaca la importancia de los movimientos que se vivieron en Rusia durante las protestas contra la Gran Guerra. En 1917, las mujeres salieron a la calle para protestar por los muertos en la guerra y exigir mejores condiciones de vida. Estos actos provocaron la caída del zar y el gobierno provisional concedió el voto femenino el 23 de febrero de 1917, según el calendario juliano, o el 8 de marzo, acorde al calendario gregoriano.
Día Internacional de la Mujer en 2022
Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el lema de Naciones Unidas es “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible” y reclame una acción por el clima por y para las mujeres.
Desde Naciones Unidas, explican que “existe un vínculo fundamental entre género, equidad social y cambio climático y reconocer que, sin igualdad de género hoy, el futuro sostenible y equitativo seguirá estando fuera de nuestro alcance”.