El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, presentó el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) que albergará a 40 mil pandilleros.
Las autoridades del gobierno de Bukele han catalogado esta cárcel como la más grande de Latinoamérica.
Se la construyó principalmente para la reclusión de integrantes de pandillas, a las que se les atribuyen la mayoría de los crímenes que se cometen en el país.
“Todos los que pertenezcan a grupos terroristas, son los que van a estar aquí”, explicó el director general de Centros Penales, Osiris Luna.
Nayib Bukele, realizó la presentación del enorme complejo penal en una cadena nacional de radio y televisión.
Él estuvo acompañado de miembros del gabinete de seguridad, el director general de Centros Penales; y el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez.
El penal, con capacidad para 40 mil reclusos, fue una promesa de Bukele pocos días después que el Congreso decretó el régimen de excepción para perseguir a las pandillas.
El día que ordenó la construcción de la cárcel exclusiva para estos grupos criminales, Bukele advirtió a las pandillas que, si aumentaban los homicidios, les quitaría la comida a sus compañeros en las cárceles.
Los pandilleros solo reciben dos tiempos de comida que consisten en dos tortillas de maíz, frijoles y huevo.
Un lugar alejado de todo
La cárcel está ubicada en el municipio de Tecoluca, en el departamento central de San Vicente, y lejos de las zonas urbanas.
Cuenta con cientos de miles de metros de construcción, cercos electrificados y varios muros de concreto de más de once metros de altura, así como 19 torres de vigilancia.
La cárcel cuenta con varios pabellones que albergarán a 2.500 reos cada uno.
Además, está equipada con moderna tecnología de vigilancia, “lo que garantiza que nadie puede salir del recinto”, afirmó Luna.
Dentro de penal estará de forma permanente una unidad especializada antidisturbios de la Policía y Fuerzas Conjuntas del Ejército.
Según la última cifra oficial, se ha detenido a 62 mil 975 personas desde que se implementó el estado de excepción.
Al menos 3.313 de los detenidos fueron liberados después de que no se pudo establecer un vínculo con los grupos criminales, según las autoridades.