El Boca Juniors perdió su vuelo de regreso a Buenos Aires tras la pelea que desató la víspera, en los vestuarios del estadio Mineirao de Belo Horizonte, al ser eliminado de la Libertadores, y solo podrá volver a su país cuando los implicados rindan su declaración en una comisaría de la ciudad.
La confusión fue provocada por los argentinos tras ser derrotados por 3-1 por el Atlético Mineiro y tuvo que ser contenida por la Policía que terminó trasladando a varios miembros del Boca a una comisaría donde pasaron la noche luego de confirmar con las cámaras de seguridad del estadio su responsabilidad en la trifulca.
La pelea se produjo luego de que el Mineiro eliminara en los penaltis por 3-1 al Boca Juniors, tras los empates sin goles en los partidos de ida y de vuelta, y garantizara su cupo en los cuartos de final de la Libertadores.
Los argentinos, que protestaron por la eliminación de un gol que les hubiera garantizado la clasificación a cuartos de final luego de que el árbitro consultara el VAR, así como había ocurrido en el partido en Buenos Aires, comenzaron a provocar a los del conjunto brasileño aún en el túnel de acceso a la cancha.
Además de agredir a dirigentes y jugadores del Atlético Mineiro, así como a miembros del equipo de seguridad, los argentinos derribaron gradas de protección, una amplificador de sonido y otros objetos, además de lanzar botellas de agua a sus rivales.
El Boca tenía programado regresar a Buenos Aires hacia la media noche de ayer pero por los incidentes tuvo que cancelar el vuelo y solo podrá volver a su país cuando los responsables rindan su declaración ante las autoridades.
Al menos ocho integrantes de la delegación del club argentino fueron identificados en las cámaras por las autoridades y son acusados por agresión y daños al patrimonio. EFE