En medio de la larga madrugada posterior a la escandalosa eliminación de Boca en Belo Horizonte, el Atlético Mineiro publicó en todas sus plataformas un comunicado sobre la versión del club de los hechos. El club brasileño acusó a Boca de los incidentes que se registraron en las zonas de vestuarios.
“Terminado el partido, los jugadores de Boca bajaron por el túnel y se dirigieron al vestuario visitante. Unos minutos después, los jugadores y el cuerpo técnico abandonaron el recinto y, en un bloqueo, se dirigieron hacia el vestuario de árbitros”, arranca el posteo.
Mientras Riquelme y las voces que iban saliendo del vestuario de Boca acusaban a la policía de Brasil de haber tirado gases, en Mineiro indicaron que “los guardias de seguridad del Galo y del estadio intentaron, sin éxito, contener a los de Boca”.
“Los argentinos decidieron entonces invadir el vestuario de Galo, donde había jugadores, comisión y tablero. Incluso el presidente Sérgio Coelho intentó evitar la invasión para proteger a los profesionales del Atlético. En el camino, atacaron a todos los que se cruzaron, además de romper bebederos y rejas protectoras.”
“La policía militar llegó después de algún tiempo y ahuyentó a los atacantes con gas pimienta. El saldo fue de heridos, afortunadamente no de gravedad. Incluso hubo un intento de agredir con una barra de hierro al director de fútbol del Atlético, Rodrigo Caetano”.
Y, habiendo visto al presidente del Mineiro tirrle una botella de agua a los jugadores de Boca, desde el Galo indicaron: “La Policía Militar dio arresto a algunos jugadores y miembros del comité técnico de Boca. Luego de una larga negociación, mediada por el presidente Sérgio Coelho, la delegación argentina se dirigió a la comisaria para registrar un informe de incidente por depredación de bienes y agresión. Nadie será detenido”.