El secuestro de dos mujeres sacó a la luz lo que en Jaramijó se conoce: Los secuestros rondan sus calles.
El primer caso ocurrió afuera de un karaoke en el centro del cantón y quedó grabado en las cámaras de seguridad del lugar.
En el video se observa cómo dos hombres llegan, toman a la mujer que estaba acompañada de otra por la fuerza, la meten a un vehículo y se la llevan.
Marcos Custode, jefe de la Unidad Antisecuestros de Manta, indicó que conocieron de este caso extorsivo y trabajaron de oficio, ya que no fue denunciado.
El oficial informó que la mujer fue liberada un día después y que no se pagó rescate por ella. Esto para desmentir rumores en los que se indicaba que la familia pagó mil dólares por su liberación. “El caso se encuentra en investigaciones para saber las causas del secuestro”, dijo Custode.
El segundo secuestro se dio 15 días después. En esta ocasión los secuestradores llegaron hasta la casa de la víctima haciéndose pasar como policías. Vestían prendas policiales y simularon un allanamiento. Una vez dentro de la casa, tomaron a su víctima y se la llevaron. Los secuestradores tomaron contacto con la familia y les pedían 180 mil dólares para liberarla, de lo contrario le harían daño.
Custode indicó que generalmente los grupos criminales que se dedican a los secuestros recurren como medio de presión a las amenazas. Pero en este caso los familiares denunciaron el hecho y la Policía se hizo cargo.
Es así que cuatro días después la mujer, que estaba esposada a una cama en una casa a las afueras de Jaramijó, fue liberada por la Policía. En esa operación se detuvo a cuatro personas: Leonardo R., Ernesto B., Sandy C. y un adolescente. La mujer liberada fue pareja de Luis Cevallos, alias “Tallarín”, asesinado en Olmedo, y la Policía descartó que el secuestro esté relacionado con este crimen. Pero estos no son los únicos secuestros extorsivos que han ocurrido en Jaramijó y la policía conoce el tema.
Luis Cano, jefe de la Policía del distrito Manta, manifestó que conocen de casos que no han sido denunciados, donde las familias han cedido a la extorsión.
Además, existen otros casos denunciados de manera reservada a la Policía, al ECU-911 y por quienes observaron los secuestros, dijo.