Una adolescente de 13 años fue la víctima colateral de un sicariato registrado el sábado.
El hecho se registró a las 22h00 en el recinto Cristóbal Colón, perteneciente a la parroquia Valle Hermoso, en Santo Domingo de los Tsáchilas.
La menor identificada como Amalia Nicol Quiñónez estaba viendo Tik Tok recostada en la cama junto con Junior Said Salazar Santillán (35).
En ese momento varios hombres entraron a la casa y descargaron una ráfaga de tiros contra ellos.
El resto de la familia tuvo que esconderse y permanecer en silencio mientras los sicarios acabaron con la vida de la pequeña y su cuñado.
Esperanza Quiñónez, madre de Amalia, señaló que los asesinos pensaron que quien estaba junto a Junior era otra de sus hijas, con la que mantenía una relación amorosa.
“Hubo una confusión, pensaron que era la mujer”, dijo entre lágrimas.
El blanco de los atacantes era Salazar, quien llegó a la casa ese día a pedir posada.
El hombre vivía en el cantón Quinindé.
“La puerta estaba ajustada con un banco, la luz estaba apagada porque querían ver TikTok, una hermana mía estaba en otra cama cuando se dio la balacera. Todos estábamos en la casa”, dijo Esperanza.
Los matones llegaron en una moto y tras cumplir con su objetivo huyeron.
La menor recibió un tiro en el pecho que le quitó la vida de inmediato.
Ella no había sido inscrita en el Registro Civil.
Su madre indicó que Amalia la ayudaba en los quehaceres de la casa y a trabajar como carbonera.
Ambos cuerpos quedaron en un colchón. Hasta el lugar llegaron agentes de la Dinased para recabar evidencias y recolectar indicios balísticos.
Los cuerpos fueron trasladados hasta el centro forense.
Amalia será velada y enterrada en Santo Domingo, mientras que Junior en Quinindé.