Un megaparque que se convertirá en el más grande del Ecuador frente al mar, comenzó a hacerse realidad desde la noche del viernes cuando se confirmó que hay financiamiento para la obra para lo cual se intervendrán en 22,3 hectáreas.
Se levantará en el sector conocido como La Poza, a un costo de más de 21 millones de dólares, recursos gestionados por el alcalde de la ciudad.
La cristalización de este proyecto empezó con la firma del financiamiento no reembolsable para la obra, entre el gerente general de Petroecuador, el mantense Ítalo Cedeño, y el alcalde de Manta, Agustín Intriago.
“Esta obra de aquí en 18 meses, desde que se inicie la construcción, la estaremos disfrutando con las familias, abrazando a nuestros hijos que es el principal motivo de todo lo que hacemos y vamos a estar diciendo que Manta va a cambiar para siempre. Son 21 millones de dólares que nuestros hijos no tendrán que pagar, esto es emocionante”, enfatizó el alcalde Agustín Intriago en su discurso que dijo el viernes.
La construcción del megaparque permitirá, a su vez, eliminar la contaminación que por años ha soportado La Poza, dando paso así a grandes áreas verdes para la integración familiar y social. También contará con un área para espectáculos masivos, un teatro abierto con vista al mar, un mini teatro multifuncional, entre otros espacios, según el alcalde.
Con el megaparque también se pondrá fin a una zona de inseguridad, o punto rojo como cataloga la Policía a La Poza. De esta manera, se revaloriza el suelo, crece el turismo y oportunidades de trabajo, aumenta la inversión privada y el desarrollo de Manta no tendrá límites, señaló el alcalde.
Con la firma del crédito no reembolsable, ahora el segundo paso es subir al Portal de Compras Públicas el proceso, para luego adjudicar la obra, acciones que de acuerdo a la ley llevará hasta 45 días.
Actualmente, La Poza es un punto contaminante, que emana olores putrefactos.
Para ello, además de las diversas áreas que tendrá el parque, se situará un manglar en la boca del río rodeado de árboles.Esto se convertirá en un hábitat propicio para la expansión de la vida silvestre.
Además existirá una colina Mirador desde donde se podrá contemplar el espectáculo solar reflejado en el mar. También el acceso a la playa y el mar estará protegido por un muro rocoso. Y para terminar la contaminación se construirá una estación de captación y línea de impulsión de las aguas domésticas e industriales que llegan a la desembocadura con el mar. Desde allí serán derivadas hacia las lagunas de oxidación para su tratamiento, según el municipio.