El enjambre sísmico que ocurre frente a las costas manabitas sumó en las últimas 24 horas diez temblores de mediana y baja intensidad, según los registros que publica el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
Hoy lunes a las 22h28 se dio el último sismo y tuvo una magnitud de 3.9, detalla el informe publicado inmediatamente en redes sociales de IG. El movimiento telúrico se dio a una profundidad de diez kilómetros.
El temblor fue en el Océano Pacífico, a 48.1 kilómetros de las costas del cantón Puerto López.
Las autoridades no han reportado daños materiales o afectaciones a personas.
Dos horas antes, a las 20h18 se dio otro sismo, esta vez de 3.8 grados en la escala de Richter. Ese movimiento fue a 51 kilómetros frente a las costas de Manta.
A las 19h54 hubo otro temblor que tuvo una intensidad de 3.5, también frente a las costas de Manta.
El más fuerte de hoy fue de 4.9 a cinco kilómetros de profundidad, y que se sintió muy fuerte esta tarde a las 16h05. Al inicio se informó que la intensidad fue de 5.0, lo cual se reconfirmó después.
En total 10 temblores desde las 01h00 de ayer domingo 13 de junio.
De acuerdo al IG, hasta la emisión del informe se habían totalizando 61 sismos localizados, con magnitudes que van entre 1.9 y 4.9, y añade que en esta zona es habitual la ocurrencia de enjambres sísmicos.
Antecedentes. Un enjambre sísmico se caracteriza por la ocurrencia de varios eventos en un período de tiempo y en una zona geográfica restringida, sin que se reconozca un sismo principal y sus subsecuentes réplicas, explica.
El enjambre se ha concentrado en dos regiones frente al Cabo San Lorenzo. Los primeros días y hasta el 10 de junio, los eventos se localizaron al noroeste del cabo, mientras que durante el 12 y 14 de junio, estos se ubican al suroeste de este punto.
Dentro de este pulso de actividad sísmica alrededor de la zona de la Isla de la Plata, el evento de mayor magnitud registrado ocurrió cerca de la medianoche del 5 de junio, con una magnitud de 4.7.
El mecanismo de este evento responde a una falla inversa con un bajo ángulo y con un rumbo norte-sur, acorde con el movimiento que se espera en la zona de contacto entre las dos placas o interfaz.