El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, solicitó a los mandos policiales presentar sus respectivas bajas, como consecuencia del atroz crimen de una joven abogada que desapareció en un recinto de la institución y cuyo principal sospechoso es su marido, un agente instructor ahora prófugo.
Además, el mandatario, en su cuenta de Twitter, ordenó la desvinculación de dos generales relacionados con el caso.
“He solicitado a los mandos policiales poner sus cargos a disposición, presentando sus respectivas bajas. El Gobierno nacional valorará su permanencia en la institución”, escribió Lasso, que además ha dispuesto “que los generales Freddy Goyes y Giovanni Ponce sean desvinculados de la institución”.
Goyes se desempeñaba como director de Investigación de la Policía Judicial y Ponce de Seguridad Ciudadana y Orden público.
El anuncio de Lasso es la primera acción relacionada con un anuncio de depuración en las filas policiales como lo advirtió recientemente el ministro del Interior, Patricio Carrillo, tras el escándalo que supuso la desaparición de la abogada María Belén Bernal el pasado 11 de septiembre.
La letrada desapareció tras acudir a visitar a su esposo, el coronel Germán Cáceres, en la Escuela Superior de Policía, en el norte de Quito, donde trabajaba como instructor de aspirantes y cadetes.
El cuerpo de Bernal fue encontrado el pasado miércoles enterrado entre matorrales en el cerro Casitagua, muy cerca de la Escuela de Policía.
El principal sospechoso es el esposo de la víctima, quien informó de la desaparición de su cónyuge a la Fiscalía y que hasta ahora permanece como prófugo, sin que la Policía haya informado de indicios de su paradero y con una recompensa de hasta 20.000 dólares ofrecida por el Gobierno para quien facilite su captura.
La familia de la víctima, por su parte, ha expresado dudas sobre la actuación de la Policía y ha pedido a las universidades que apoyen las investigaciones.
El Gobierno ecuatoriano ha solicitado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que supervise la investigación, como un aporte para dotar de imparcialidad al proceso.
La madre de Bernal, Elizabeth Otavalo, ha calificado el asesinato de su hija como un “crimen de Estado” por haber sucedido en un recinto policial. EFE