El robo de carros y motos es el delito más común en Santo Domingo. Según datos de la Policía Judicial, cada día se contabilizan al menos ocho eventos de este tipo.
Darwin Guevara, jefe de la Policía Judicial, reconoce que en la provincia hay un alto índice de robos.
Desde enero hasta la segunda semana de diciembre de 2023, hubo 1.322 vehículos sustraídos.
De acuerdo con el oficial, la gran mayoría de ilícitos fueron cometidos mediante asaltos. Las bandas han adoptado un modus operandi más arriesgado: los ladrones interceptan al conductor, le cierran el paso y bajo amenazas se llevan el carro y, en muchos casos, a los ocupantes en calidad de secuestrados.
Esta es una realidad que gana terreno y que ha desplazado al ‘tradicional’ estruche (forzar las seguridades de un vehículo parqueado).
Negocian en Facebook
Cuando esto ocurre, señala Guevara, los antisociales aprovechan para vaciar las cuentas bancarias de las víctimas y, si se trata de un “objetivo de alto valor”, exigen recompensas por el rescate de la persona, generalmente desde las cárceles.
A la modalidad extorsiva se suma el robo de automotores para cometer otros delitos o para el desmantelamiento de partes, según el modus operandi identificado por la Policía.
Los antisociales han optado por publicar las fotos de carros en grupos creados en la red social Facebook.
“Dueño del (…) por interno para que lo recupere”, es uno de los mensajes publicados acompañado por una fotografía.
Usan la tecnología
Las bandas no hacen distinciones y han ‘barrido’ parejo. Camionetas, autos, camiones, motos y hasta tráileres han sido el motín de los antisociales.
Las cifras dan cuenta que lo que más se llevan son autos. De los 1.322 vehículos con reporte de robo, los agentes de la Policía Judicial han logrado recuperar 600 automotores. Es decir, han tenido el 45 por ciento de efectividad.
Esta cifra no es alentadora, y tiene que ver con las nuevas tecnologías que han adoptado los pillos; una de ellas la implementación de inhibidores de señal de los GPS.
La institución del orden reconoce que la cifra de carros y motos robados representa un subregistro, puesto que se estima que al menos 500 dueños no denunciaron.