El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, reconoció que las medidas tomadas por su Gobierno contra el crimen organizado han “generado reacciones violentas de las organizaciones criminales”.
Pero mostró su disposición para luchar contra esta problemática.
Lasso indicó que las políticas adoptadas, especialmente en el sistema penitenciario, han provocado una oleada de reacciones “que pretenden amedrentar al Estado”.
“Pero estamos firmes y no vamos a retroceder en el objetivo de capturar a peligrosos delincuentes, desarticular bandas delictivas y pacificar las cárceles del país”, manifestó.
En este sentido, el mandatario pidió “el trabajo de todo el Estado” en la lucha contra el crimen organizado, pero hizo hincapié en el sistema de justicia, instando a los jueces a actuar “con celeridad y mucha rigurosidad”.
En las últimas semanas, las Fuerzas Armadas y la Policía ecuatorianas han realizado al menos seis intervenciones para sacar armas, municiones y explosivos de los centros penitenciarios.
“Nuestro trabajo continúa contra la delincuencia y violencia, por la seguridad de todos los ecuatorianos”, expresó.
Añadió que el objetivo de las intervenciones realizadas en el marco del estado de excepción es “evitar hechos violentos” en las prisiones.
La semana pasada, las fuerzas de seguridad ya irrumpieron en la Penitenciaría del Litoral, considerada la más poblada del país con más de 5.600 reclusos, y al término de la operación destacaron que se habían incautado menos objetos prohibidos que en anteriores ocasiones.
Lasso prometió seguir con este tipo de despliegues hasta que entregue el bastón de mando a su sucesor, que saldrá de una segunda vuelta en octubre entre Luisa González y Daniel Noboa.