Germán Cáceres, principal implicado en la muerte de María Belén Bernal, no se acogerá al derecho al silencio.
Así lo aseguró este lunes 9 de enero del 2023 su abogado, Edison Burbano.
“Es criterio de esta defensa y es criterio de la familia no acogerse al derecho al silencio, sino que hoy voy a presentar un escrito pidiendo la ampliación de la versión porque queremos llegar a la verdad”, dijo el letrado.
Añadió que buscan “llegar a la verdad, cuidar la vida de Germán Cáceres, que se realice un juicio justo”.
“¿Qué significa que diga la verdad?”, le preguntaron. A esto Burbano respondió: “Significa que él venga y exprese lo que pasó el 11 de septiembre. Él dirá todos los detalles. Vamos a decir toda la verdad a través de una ampliación en la versión”, agregó.
Las declaraciones las ofreció a la prensa mientras Cáceres permanece en Quito (tras ser trasladado desde Guayaquil) para ser sometido a distintos procesos.
Según el abogado, el exteniente de Policía aceptó libre y voluntariamente que le realicen “una diligencia de ADN”. También se prevé que este lunes se realice un estudio de su entorno social y otro sobre la personalidad de Cáceres.
Germán Cáceres, expulsado de Colombia
A Cáceres, detenido el pasado 30 de diciembre en el departamento colombiano de la Guajira, lo expulsaron el martes último de Colombia y trasladado a Quito bajo custodia de agentes de Interpol a bordo de un avión de la Policía colombiana.
Tras llegar a Quito, a Cáceres lo trasladaron a la cárcel de máxima seguridad llamada “La Roca”, en la ciudad costera de Guayaquil (suroeste).
Cáceres es el principal sospechoso en el asesinato de su esposa, María Belén Bernal, quien desapareció el pasado 11 de septiembre cuando fue a visitarlo en una Escuela de Policía, al norte de Quito, donde trabajaba como instructor.
Diez días después, el cadáver de Bernal fue encontrado en un cerro cercano, enterrada en una zona de matorrales y, según los exámenes forenses, con signos de estrangulamiento.
El detenido había huido de Ecuador y tenía una orden de “difusión roja” de la Interpol para su localización y captura.
El caso de Bernal ha indignado y conmovido a la sociedad ecuatoriana y se ha convertido en uno de los hechos más destacados de la violencia contra la mujer al haberse producido dentro de una instalación policial, lo que ha llevado a la madre de la víctima, Elizabeth Otavalo, a calificarlo, incluso, de “crimen de Estado”. EFE