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En los últimos años, una tendencia creciente ha comenzado a afianzarse en los restaurantes del mundo.

Cada vez más consumidores piden llevarse las sobras de su comida.

Este fenómeno, impulsado por una combinación de factores económicos, ambientales y culturales, está cambiando la dinámica de la experiencia gastronómica y la percepción del desperdicio de alimentos.

Un estudio realizado en España por Consumidores Irache revela que en 2024 se incrementó en un 13% la cantidad de comensales que pedía para llevar lo que sobre de comida, con respecto a 2023.

Se trata del 69% de los consumidores que pide que se envase la comida restante para llevársela, un derecho del cliente, por el precio que pagó por toda la comida la consuma en el establecimiento o no.

También indica el estudio que este tipo de prácticas se reduce con la edad, ya que los que más lo hacen son los jóvenes, cerca de 83%.

Los impactos de esta nueva tendencia

Otro factor significativo es la creciente conciencia sobre el impacto ambiental del desperdicio de alimentos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), aproximadamente un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se pierde o se desperdicia cada año.

Este desperdicio tiene serias implicaciones ambientales, incluyendo la emisión de gases de efecto invernadero y el desperdicio de recursos como agua y energía.

Cada vez más consumidores son conscientes de estos problemas y están tomando medidas para reducir su huella de carbono.

Pedir las sobras para llevar es una manera práctica de contribuir a esta causa.

Al reducir el desperdicio de alimentos, los consumidores sienten que están haciendo su parte para proteger el medioambiente.

Y efectivamente, es un granito de arena para minimizar el impacto ambiental.

Las redes sociales han jugado un papel en esta transformación.

Plataformas como Instagram y TikTok han popularizado el concepto de “meal prepping” y la reutilización creativa de sobras, inspirando a más personas a adoptar estas prácticas en su vida diaria, señala un reportaje en Estados Unidos de El Diario NY.

La práctica de llevarse las sobras de los restaurantes refleja un cambio en la cultura del consumo de alimentos.

Impulsada por factores económicos, ambientales y sociales, esta tendencia está transformando la manera en que los consumidores y los restaurantes interactúan con la comida.

Con beneficios claros para el bolsillo, el medioambiente y la salud, es probable que esta práctica continúe creciendo y evolucionando en los próximos años.

Este cambio no solo representa una adaptación a las circunstancias actuales, sino también una oportunidad para fomentar una mayor responsabilidad y sostenibilidad en la forma en que se manejan los recursos alimentarios.

Tendencia en restaurantes del mundo

Al seguir esta tendencia, tanto los consumidores como los restaurantes pueden contribuir a un futuro más sostenible y consciente.

En Nueva York, centros de comida procuran combatir el despilfarro de comida y aprovecharla para mejores destinos, ante la preocupación de que ocupe espacio en los vertederos y contribuya al calentamiento global, reportó la agencia de noticias AP.

Saben que rescatar frutas, verduras, huevos, cereales y otros productos no deseados ayuda también a alimentar a familias que pasan hambre.

Según estimaciones de la FAO, los alimentos que se pierden y desperdician podrían alimentar a 1.260 millones de personas hambrientas cada año.