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El lunes, un vehículo con tres ocupantes cayó al río Toachi. Ayer hallaron a uno de ellos muerto.

El feriado se convirtió en una tragedia para la familia Segovia Góngora, porque el pasado 1 de mayo inició para ellos una pesadilla que terminó en luto.

Ese día, el lunes último, Luis Eduardo Segovia Góngora, de 20 años de edad, salió con unos amigos para disfrutar de un ‘chapuzón’ en el río.

Emprendieron viaje los tres amigos en un carro particular con rumbo a Alluriquín, y cuando iban por la vía a Palo Quemado, por Unión del Toachi, el vehículo se cayó al agua sin que nadie pudiera evitarlo.

Tras el accidente, uno de los que viajaban como pasajeros resultó herido y logró salir a la superficie y buscar ayuda en unas casas cercanas al lugar.

El amigo que solicitó socorro les dio aviso a las familias de los demás de lo sucedido, y así comenzó la tragedia.

Al parecer hasta el fondo del afluente llegó el carro con los otros dos ocupantes, quienes iban en el asiento del chofer y el acompañante.

La búsqueda

Los parientes de ambos llegaron al lugar y sin descanso comenzaron la búsqueda, junto con los miembros del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo.

Los familiares de Luchito, como conocían cariñosamente a Luis Eduardo, vivieron horas de agonía hasta que ayer, a las 10h00 aproximadamente, su cuerpo fue hallado entre las piedras, a unos 15 kilómetros de donde se presume cayó el vehículo.

Personal del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito de la Policía Nacional colaboró en la búsqueda y efectuó el levantamiento del cadáver.

Al joven, que hace poco más de un año vivía en Santo Domingo, lo llevarán a Guayaquil, donde vive su mamá, para velarlo y sepultarlo.

Trabajaba como maestro en aluminio y recientemente se había graduado de la escuela de Policías.  

La búsqueda en el río sigue, porque un adolescente de 16 años que también iba en el carro aún no aparece.