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El Gobierno de Ecuador anunció este martes la creación de un Centro Nacional de Recursos Genéticos, que contará con el apoyo de Corea del Sur y que busca conservar de manera sostenible su rica biodiversidad.

El centro tiene como objetivo proteger y preservar los recursos genéticos de importancia en el país, desde diversas perspectivas como la ambiental, la agroalimentaria, la económica y la cultural, informó el Ministerio de Ambiente.

El proyecto se canalizará a través de un convenio de cooperación entre Ecuador y Corea del Sur, que fue suscrito este mismo martes en Quito entre autoridades de los dos países.

“Esta es la iniciativa de transferencia de conocimiento y tecnología más ambiciosa que se ejecuta en el país, en temas de biodiversidad”, aseguró el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, durante la firma del convenio de cooperación entre su Gobierno y la Agencia de Cooperación Internacional de Corea del Sur (Koica).

El proyecto, que contará con una financiación de 9 millones de dólares entregados por la Agencia coreana, incluye un plan para potenciar el crecimiento de la llamada bioindustria en Ecuador, lo que permitirá patentar medicamentos, cosméticos y materiales de construcción, entre otros.

“Las políticas, acciones, convenios y esfuerzos para proteger la vida siempre serán una prioridad de nuestro Gobierno. Por eso es tan importante para el Ecuador un acuerdo como este”, remarcó el mandatario ecuatoriano.

Lasso aprovechó la ocasión para anunciar el interés de su administración por iniciar negociaciones con Seúl sobre un amplio acuerdo comercial y de inversiones.

De su lado, Keunsik Han, director de la Koica, aseguró que este proyecto, cuya duración se extenderá hasta 2028, permitirá recoger la información genética de la flora y la fauna del territorio ecuatoriano para digitalizarla y almacenarla en el sistema del centro de alta genética.

Además, Keunsik Han explicó que el proyecto también facilitará la trasferencia de tecnología para la conservación biológica y la provisión de equipamiento para laboratorios de investigación.

De su lado, el embajador de Corea en Ecuador, Bongwoo Ko, dijo estar contento por ser parte de este esfuerzo del Gobierno ecuatoriano para dirigir un plan de desarrollo sostenible.

“Deseo que la relación amigable de cooperación entre Corea y Ecuador sea direccionada a un futuro de ganar y ganar, y que sea más fuerte”, agregó el diplomático.

De su lado, el ministro de Ambiente, Gustavo Manrique, señaló durante la ceremonia que este proyecto marcará un hito respecto a la protección del material genético de plantas, animales y microrganismos en el país.

“Proteger el legado genético es cuidar nuestra herencia y nuestra identidad como uno de los países más megadiversos en todo el planeta”, afirmó el titular de la cartera de Ambiente.

El proyecto, apuntó, se desarrollará en las provincias andinas de Imbabura, Loja y Pichincha; así como en la costera de Santa Elena, la amazónica de Napo y en la insular de Galápagos.

Comparó el proyecto con “el arca de Noé del Siglo XXI”, ya que permitirá a Ecuador ser pionero en la custodia de sus recursos biológicos.

“Con esta iniciativa no solo buscamos la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, también queremos fortalecer la investigación científica y la innovación tecnológica”, apuntó Manrique.

Según el Ministerio, el proyecto beneficiará directamente a unos 2.000 investigadores y técnicos, 3.000 estudiantes; y de forma indirecta a un millón de usuarios en los sectores de ambiente, agricultura, pesca y educación.

Como contrapartida ecuatoriana del convenio se encuentra el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), que administrará la iniciativa y cuyo director, Diego Inclán, aseguró que el proyecto pretende generar capacidades humanas y tecnológicas alineadas a los mayores avances tecnológicos a escala mundial. EFE