Algunas sustancias químicas presentes en el medio ambiente y en los alimentos reducen la cantidad de espermatozoides del semen y aumentan la probabilidad de infertilidad en los hombres, aunque no afectan a la reserva de óvulos, según un estudio.
En un comunicado, el Instituto español de reproducción asistida Marquès, que ha impulsado esta investigación, explicado que esos químicos son los “disruptores endocrinos”, que son creados artificialmente y se utilizan de manera habitual en la industria, en la agricultura y en productos del hogar como pesticidas, plásticos, pinturas y detergentes.
Esos químicos se acumulan en el organismo y afectan al sistema endocrino, que tiene la función de regular la segregación de hormonas, actuando como hormonas femeninas e influyendo sobre todo en los hombres.
Durante el embarazo y los primeros meses de vida de los niños es cuando los químicos tienen un impacto más importante porque en el desarrollo físico de esos meses la testosterona, la hormona masculina, cumple una amplia función, pero se ve compitiendo con las “falsas hormonas” que generan los químicos.
Por culpa de esos disruptores endocrinos, se forman menos células productoras de espermatozoides y, en casos severos, incluso se pueden desarrollar alteraciones genéticas. EFE