La familia de Jefte Jeremías Moreira Aisprúa, de 9 años de edad, aún no se resigna a creer que el pequeño está muerto.
Familiares del menor lo encontraron ahorcado y enredado en una hamaca, el jueves, aproximadamente a las 11h00.
La tragedia ocurrió en el sitio Agua Blanca de los Curas, de la parroquia Ricaurte de Chone.
Uno de los familiares comentó que al niño le gustaba ir a pasar con sus abuelos a esta zona rural, y el día que ocurrió la tragedia estaban en un cultivo, cuando el menor les dijo que se iría a la casa a preparar un jugo.
Al llegar a la casa, el niño peló diez naranjas para el jugo. Al notar que el pequeño demoraba, sus abuelos decidieron ir a la casa a ver qué ocurría.
Al entrar a la vivienda se llevaron la desagradable sorpresa de encontrar al menor enredado en una hamaca, ya sin vida.
Los familiares pidieron ayuda a los vecinos, quienes intentaron darle los primeros auxilios al pequeño Jeremías, pero ya había muerto.
Agentes de la unidad de Criminalística y de la Dinased llegaron hasta la vivienda. Allí recabaron información de lo sucedido, y con la orden del fiscal de turno se procedió al levantamiento del cadáver, el cual fue llevado al centro forense de Manta para que le practicaran la autopsia.
Se informó que el niño desde el lunes estaba en el campo, adoraba a sus abuelos y disfrutaba de la naturaleza, pero nadie pensó que iba a ocurrir la desgracia que sumió en la tristeza a su familia.
El menor estudiaba en Chone y era el mayor de tres hermanos. Gina Zambrano, presidente de la Junta Parroquial de Ricaurte, lamentó este hecho ya que conocía a Jeremías y manifestó que bastaba tratarlo solo unos segundos para apreciarlo.