El Estado no debe destinar más recursos a la condonación de deudas de la banca pública; más bien, debe analizar los casos para aplicar otras medidas, como la reestructuración y la remisión parcial de intereses, multas y otros valores.
Sectores relacionados con movimientos sociales demandan que el Gobierno sume nuevos montos para perdonar deudas a personas que no han cumplido con los pagos a la banca pública, incluyendo al Banco del IESS; en caso contrario, amenazan con medidas de hecho.
Mal haría el régimen en ceder ante tales advertencias. En un país con una economía en situación de emergencia, sería un dispendio de recursos públicos y una acción injusta con quienes sí honran sus deudas.
“Sería un dispendio de fondos públicos y una injusticia con quienes sí pagan”.
En las condiciones actuales la crisis golpea a todos los sectores y, sin dudas, hay casos en los que los beneficiarios de créditos dejaron de pagar los dividendos para priorizar otros rubros; pero, como dice el refrán popular, “ni son todos los que están, ni están todos los que son”.
Una condonación indiscriminada de deudas en la banca pública sentará un mal precedente.
Editorial de El Diario publicado este miércoles 23 de noviembre del 2022 en nuestra edición impresa.
