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En vista de la forma en que están creciendo ciudades como Portoviejo, Montecristi y Manta, que prácticamente se hallan integrados en una misma zona, es necesario que haya ordenanzas propias de cada cantón, pero que concuerden con las de los vecinos.

No sería lógico que Montecristi determine que en un área de su límite con Manta se establezca un área industrial, y que Manta señala una zona residencial en la misma zona; o que Portoviejo planifique un botadero de basura en límites con Montecristi y que este cantón decida que en sus límites debe ir un espacio para viviendas.

El crecimiento interurbano obliga a planificar en conjunto el uso del suelo, pues es indudable que en el futuro será un área metropolitana, como soñaron Alfredo Henriques y otros visionarios.

“La integración entre Portoviejo, Manta y Montecristi se avizora para dentro de unas pocas décadas”.

También debería planificarse la movilidad. Lo ideal sería que los tres municipios, en conjunto con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, reserven en la avenida Eloy Alfaro por lo menos dos carriles más de cada lado, contemplando vías de alta velocidad para unir a los tres cantones en menor tiempo.

Otro frente en el que se debe planificar en forma conjunta es el de los servicios, que hace prever que en el futuro se requerirá un sistema de transporte urbano intercantonal que integre en una misma ruta a los tres cantones.

Editorial de El Diario publicado este domingo 19 de diciembre del 2021 en nuestra edición impresa.