El Gobierno hace bien en proponer la eliminación de la tabla que establece los valores máximos de tenencia de droga, por los que una persona puede ser considerada consumidora y traficante de alcaloides.
Es correcto, porque al existir una tabla mínima se fortaleció el microtráfico y en muchos casos vendedores de pequeñas dosis de drogas pasaban por consumidores al ser detenidos por la Policía.
Lo procedente es que toda persona que sea encontrada con drogas debería ser retenida hasta que en una audiencia, que debería realizarse lo más pronto posible, un juez determine si se trata de un consumidor o si existen elementos que presuman que es un traficante.
“Lo procedente es que toda persona que sea encontrada con drogas debería ser retenida”.
Para esto, bien podrían servir los antecedentes y el informe de las circunstancias en que se dio la aprehensión. De esta manera se evitará que se criminalice el consumo, pero también que se deje en impunidad a los vendedores de sustancias prohibidas. Esta es solo una posibilidad, pues también la Asamblea Nacional pudiera disponer otros procedimientos, o mantener el actual, en caso de que la mayoría de legisladores no esté de acuerdo con la propuesta del Ejecutivo.
De ser este último el caso, los mismos asambleístas deberían establecer la forma para evitar la impunidad para los microtraficantes.
Editorial de El Diario publicado este martes 7 de septiembre del 2021 en nuestra edición impresa.