Si se busca reformar el esquema de seguridad social en el país, la reestructuración debería convertir al IESS en una entidad técnica, de servicio a los afiliados, y no en un organismo político que sustenta su accionar en las decisiones del gobierno de turno.
Hasta ahora, el Seguro ha formado parte del paquete de compromisos de los grupos políticos, lo cual, sin dudas, deteriora su razón de ser.
Cada gobierno establece los cambios que considera, según su ideología y objetivos.
Hay que enfocar la visión en el servicio a los afiliados y jubilados, y en la necesidad de que se sostengan en el tiempo, no lo político.
“Cada gobierno establece los cambios que considera, según su ideología y objetivos”.
Y una de las medidas debería ser la optimización de los recursos humanos y materiales para evitar la inercia administrativa y el deterioro de las prestaciones.
De nada servirá que se tomen medidas para capitalizar al IESS si no se sabe siquiera cuánto se tiene y cómo se maneja.
En forma paralela, debería considerarse la posibilidad de derribar las barreras que impiden el ingreso de nuevos administradores de fondos.
Administradors para que la seguridad social deje de ser un monopolio estatal, pues este esquema es el que le hace daño al sistema.
Editorial de El Diario publicado este lunes 30 enero del 2023 en nuestra edición impresa.