Compártelo con tus amigos:

El amor de Anthonella Tricerri e Ismael Guillén (Antho Tricerri e Isma) empezó a escribirse en las redes sociales.

Ella acumula más de 5 millones de seguidores en sus diversas cuentas de Facebook y él no está muy lejos de lograr lo mismo. Isma cuenta que todo empezó días antes de que la pandemia golpeara al mundo, cuando él decidió acercarse a la chica que le gustaba: Anthonella.
La excusa fue hacerse pasar por ‘youtuber’ para “entrevistarla”.
“Su prima es mi amiga y le pedí que fuera mi cómplice, así que ella la llevó al parque y yo me acerqué para hacerle preguntas con mi celular. Ella participó de la dinámica, sin saber que solo le quería sacar el número para invitarla a salir”, cuenta.
Anthonella dice que no sospechaba nada y que incluso Isma le pidió una llamada. “Me dijo que no tenía saldo y debía llamar a alguien; como fue tan simpático le presté mi celular y lo que hizo fue marcar su número para registrar el mío”, recuerda entre risas. 
De eso ya han pasado un año y dos meses y desde aquel entonces han salido y creado contenido para redes. Isma consiguió una página para subir el vídeo en el que entrevistó a Antho, porque tenía que sostener su “mentira”. 
Días después la invitó a salir y cuando ella al fin aceptó, le pidió que le permitiera grabar la cita. Así que ese fue su segundo vídeo.

sus páginas. De esta manera nació el amor y la creación de contenido para redes sociales.
Como las ideas no dejaban de surgir, decidieron crear nuevas páginas para generar diverso contenido y atraer varios públicos.
Por esta razón es que hoy son dueños de los perfiles: Qué vida la mía (en la que tienen 685.000 seguidores y fue con la que empezaron), Antho Tricerri (2 millones), Isma Qué vida (1,3 millones), Familia Qué vida la mía (239.000), y El diario de Antho (3,2 millones).
“El primer vídeo de El diario de Antho fue uno mío preparando un pastel de banano. Fue increíble ver cómo después me llegaban al Instagram fotos de todas las personas que habían seguido la receta”, cuenta Antho.
Desde entonces, les ha pasado de todo. “Una vez saliendo de un local en el mall de Manta, un grupo de personas se aglomeró a nuestro alrededor y nos empezaron a pedir fotos. Es algo que no imaginábamos ni en nuestros mayores sueños. Fue una experiencia divertida y diferente. Incluso los guardias se acercaron preocupados por ver lo que pasaba”, detalla Anthonella. 
Ella recuerda que una vez le pidieron un autógrafo y se quedó en shock.
“No sabía qué poner en un autógrafo, pero lo hice con cariño”, detalla. Es algo que no solo les ha ocurrido a ellos.
Su familia aparece en algunos vídeos. “A mi papá lo reconocieron en Estados Unidos y a mi mamá le pidieron una foto en la calle”, cuenta la influencer.