Un amargo cóctel de mitos, pandemia y falta de percepción de riesgo y educación sexual integral ha llevado a los jóvenes a disminuir el uso del preservativo en Perú, donde solo el 6 % de mujeres y el 14 % de hombres lo usan siempre en sus relaciones sexuales.
Así lo revelan los datos de una encuesta de la fundación AHF (Aids Healthcare Foundation), divulgados este domingo en motivo del Día Internacional del condón, una jornada marcada por los llamados de autoridades y entidades civiles a cambiar una realidad que pone en jaque la salud pública del país.
“El uso del preservativo ha ido disminuyendo en los últimos años. Es algo preocupante porque revela que los adolescentes y jóvenes están más expuestos al VIH, infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados”, sostuvo a Efe el coordinador de AHF Perú y de la Región Andina, el doctor José Luis Sebastián Mesones.
Según las encuestas de la fundación, aplicadas a alrededor de 45.000 jóvenes que acudieron a realizarse pruebas rápidas de diagnóstico de VIH, en 2019 casi el 8 % de las mujeres reportaron usar siempre el condón, una cifra que bajó a 6,5 % en 2020 y a 5,99 % el año pasado. La tendencia de los varones fue similar y se situó al 13,92 % en 2021.
Sebastián aseguró que los obstáculos para hacer un uso frecuente, correcto y consistente del preservativo se deben a múltiples factores, entre ellos convicciones religiosas y “mitos” relacionados con la disminución de la sensibilidad y el placer.
Pero también influyen el consumo de alcohol y drogas, la falta de educación sexual en las escuelas y el contexto generado por la pandemia de la covid-19, explicó el doctor.
“Durante la pandemia, algunas de las conductas de la población han cambiado en cuanto a salir a las tiendas o farmacias, a ir a espacios donde se brinda información. La gente ha bajado la guardia, la percepción de riesgo puede haber cambiado, y al haber bajado la guardia se ha descuidado esta herramienta de prevención”, declaró.
Las cifras son todavía más alarmantes en las regiones del país más alejadas de las grandes urbes, donde escasean los “movimientos comerciales y establecimientos de salud cercanos”.
En estas zonas más remotas, además, la edad en la que los adolescentes empiezan a tener relaciones sexuales disminuye considerablemente.
En las selváticas regiones de Loreto y Ucayali, por ejemplo, el 50 % de los adolescentes se inician en el sexo antes de los 14 años, mientras que a nivel nacional se observa que el 52 % de mujeres y el 66 % de hombres comenzaron antes de los 17.
“Cuanto más temprano, menos posibilidad de tener acceso a la información hay”, alertó Sebastián, quien insistió en la necesidad de que “se realicen acciones para brindar a las personas conocimiento sobre la existencia de un método para evitar infecciones, el VIH y embarazos no deseados”, en un país donde además el aborto es ilegal.
Para el doctor, urge que la ciudadanía “deje de ver el condón como un inductor de malas acciones o de pecado” y que le quite a esta herramienta “toda la connotación moral y personal para ir directamente al tema de la prevención”.
“Es una cuestión de salud pública”, insistió tras recordar que la educación sexual integral en escuelas es la mejor estrategia para revertir los números que arrojan las encuestas.
Según AHF, en Perú existen aproximadamente 91.000 personas que viven con el VIH, siendo el 99 % de los casos por relaciones sexuales sin protección y el 68 % diagnosticados a pacientes entre 20 y 39 años de edad.