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Con al menos tres nombres distintos y un currículo que lo presenta como un adinerado médico y alto funcionario del Gobierno de la India en busca del amor, Ramesh Swain sirvió por años el cóctel perfecto para estafar a decenas de mujeres, y pagarse una vida de placer y lujo.

La llamada desde Nueva Delhi de una esposa furiosa que aseguraba que su marido estaba a punto de casarse con otra, después de pedirle más de 10 mil dólares, llamó la atención de la policía en mayo de 2020 en la ciudad de Bhubaneswar, del oriental estado de Odisha.

“Comenzamos a seguir su rastro en mayo de 2020, cada pista nos llevaba a una nueva esposa con la misma historia”, cuenta a Efe Sanjeev Satpathy, subcomisionado de la policía de Bhubaneswar, tras casi un año de investigaciones.

El pasado 13 de febrero, las pistas llevaron a la salida de un templo. Un escuadrón especial de policía rodeó el coche. El criminal que timó a decenas de mujeres y defraudó a una decena de bancos, es el sexagenario de menos de 1,60 metros de altura, cabello teñido y diminuto bigote, que saluda a los agentes con una sonrisa desde el asiento de su vehículo.

LA CAZA. En los sitios web para concertar matrimonios, Ramesh Swain era también Vijayashree Kumar, Ramesh Chandra, Bidhu Prakash, o Ramani Ranjan Swain, un cardiólogo de 52 años, director del Ministerio de Salud, con ingresos de casi un millón de dólares anuales, “nunca casado”, “con los pies en la tierra”, y sobre todo “amante de los riesgos”.

Su primera boda fue en 1978, y las próximas tres estaban por concretarse, con fecha definitiva, en abril y mayo.

“Él buscaba damas de más de 45 años de edad, bien establecidas y ganando un buen salario, luego les enviaba un mensaje de texto, y tras varios días escribiendo y llamándolas, les decía que las visitaría, y entonces les proponía matrimonio”, contó el jefe de Policía.

Su jugada estaba en escoger divorciadas o viudas, un estatus que la sociedad india todavía ve con desprecio y que hace a estas mujeres más vulnerables.

Una foto de él en un coche blanco con sirena roja, tradicional del Gobierno indio, tarjetas de presentación con el logotipo gubernamental, y cartas de altos funcionarios eran repartidas a todas como prueba de que estaba en misión oficial.

“Inicialmente su intención es conseguir placer sexual, ese es su primer objetivo, pero poco después les dice que el gobierno bloqueó sus cuentas por diferentes razones, y comienza a pedirles dinero”, explicó.

LAS VÍCTIMAS. De acuerdo con una de las denuncias de una maestra, Ramesh desapareció meses después de la boda y estafó a su familia y a ella por más de 15 mil dólares en dinero y joyas.

“Nunca se queda con una esposa por mucho tiempo”, dice Satpathy.

Un equipo técnico examinó tres teléfonos del hombre. Las conversaciones halladas llevaron a más de cien mujeres en una aparente relación “formal” con el supuesto médico. Solo 20 de ellas han querido admitir el matrimonio.

“Pero el número exacto es casi imposible de saber”, dijo el jefe policial que subraya el estigma social que caerá sobre estas mujeres si admiten públicamente haber estado casadas con el estafador.

EL SOLITARIO. Con Rama, Ramesh se presentó como un hombre con dinero, poder y solitario, en busca de ese pilar para construir un futuro. A ella la idea de que un alto funcionario la aceptaba, a pesar de ser viuda, la convenció de acceder a la propuesta.

Pero un día, sola en el piso al que se mudaron tras la boda, su esposo la llamó y le hizo el primer pedido.

“Me dijo que no había podido ir al aeropuerto porque estaba enfermo, que sus cuentas bancarias habían sido bloqueadas, y que necesitaba dinero para pagar en el hospital”, cuenta a Efe Rama, que prefiere usar un seudónimo para proteger su identidad.

El total podrían ser unos 100 mil dólares, si cuenta la dote en forma de joyas que dio su familia para la boda, y “podría haber sido mucho más”, si no es porque un día la empleada que llevaba años trabajando con Ramesh, al ver desesperada a Rama, le confesó que como ella “había otras”.

LA RED DEL TIMO. Una prima de Ramesh, y varios miembros de su familia sirvieron de cebo, según la investigación policial. Algunos de ellos acudían a las bodas para corroborar la historia de éxito del falso médico.

Del hombre, que ya había sido detenido en 2006 por defraudar a una docena de bancos tras obtener tarjetas de crédito con nombres falsos, todo es mentira: “Nunca estudió medicina, todos sus certificados son falsos, y probablemente nunca cursó más allá del décimo grado”, aseguró a Efe la policía.

Además de las mujeres, Ramesh estafó a un número aún incierto de jóvenes a los que prometió cupos en la principal escuela de medicina del país y a los que cobró unos 20 mil dólares por plaza.

Para el oficial de Policía, Ramesh es “uno de los más grandes timadores” de todos los tiempos.