Nueve países de Suramérica, integrantes de la Comunidad Andina (CAN) y del Comité Veterinario Permanente del Cono Sur (CVP), se han unido para prevenir el ingreso a la región de la peste porcina africana, informó este lunes el organismo integrador andino en un comunicado.
La decisión se tomó “ante la reintroducción de este virus” en el continente y fue refrendada en una declaración conjunta suscrita por el secretario general de la CAN, Jorge Hernando Pedraza, y el presidente pro tempore del CVP, Diego De Freitas.
Los acuerdos de la declaración conjunta comprenden a Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, países que conforman la CAN, y Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, que integran el CVP.
“Es fundamental que las naciones que integran ambos bloques implementen acciones articuladas para evitar la presencia de esta enfermedad, lo cual nos permite estar preparados ante una eventual situación de emergencia”, indicó Pedraza al respecto.
Añadió que los acuerdos se enmarcan en el convenio de cooperación técnica suscrito entre los dos organismos en marzo de 2020 con el objetivo de mantener y mejorar el estatus sanitario de los nueve países, fortalecer la competitividad de los productos de origen animal en el comercio internacional y prevenir el ingreso de enfermedades exóticas a la región.
En ese sentido, los organismos acordaron trabajar de manera coordinada para reforzar las barreras sanitarias, principalmente en puertos y aeropuertos, así como para mejorar el control de equipajes de pasajeros provenientes de zonas afectadas a nivel mundial y el control de las mercancías que se reciben por correo.
También, reforzar la vigilancia y bioseguridad en las granjas porcinas, evaluar y fortalecer la capacidad de diagnóstico de los laboratorios, la comunicación entre sus servicios veterinarios y la capacitación y formación de veterinarios, así como la disponibilidad de información técnica en los sitios web oficiales.
La CAN informó que la peste porcina africana no se había detectado desde hace 40 años en Latinoamérica, pero fue notificada en julio pasado por la República Dominicana ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
La PPA, agregó, “es una enfermedad exótica infecciosa, altamente patógena, transfronteriza, hemorrágica, que afecta a porcinos domésticos y silvestres, con un alto índice de contagio”.
En ese sentido, causa una alta mortalidad en estos animales y, aunque no es transmitida a los humanos, “genera importantes pérdidas directas e indirectas en todo el sistema productivo y constituye una barrera para el comercio internacional”, alertó el organismo.
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) ya alertó el pasado 8 de octubre que la presencia de peste porcina africana en América pone en riesgo la seguridad alimentaria y exige un esfuerzo regional para contenerla y erradicarla.
El IICA, con sede en San José de Costa Rica, sostuvo que esta enfermedad debe ser enfrentada de forma coordinada en América Latina y el Caribe, ya que su aparición en República Dominicana y Haití representa una amenaza a la seguridad alimentaria de toda la región y a los medios de vida de pequeños y medianos productores.
La enfermedad había sido detectada por última vez en Cuba en 1971 y 1980, en Brasil y República Dominicana en 1978, y en Haití en 1979. Sin embargo, en julio pasado se confirmaron casos en República Dominicana y, en septiembre, en Haití. Los dos países comparten la isla La Española, en el mar Caribe. EFE