La Policía española, en colaboración con las fuerzas de seguridad de Portugal y de otros cuatro países, intervinieron 4.248 kilogramos de cocaína y detuvieron a 20 personas, miembros de una organización que quería introducir la droga en España a través de un pesquero venezolano.
Según informó la Policía, de los arrestados, tres de ellos, detenidos en Venezuela, serían los presuntos máximos responsables de la organización criminal propietaria de la droga.
Los agentes descubrieron que el pesquero de los narcotransportistas navegaba hacia un determinado punto geográfico del Atlántico, establecido por la organización exportadora para recoger una importante cantidad de cocaína.
Las policías de España, Colombia, Estados Unidos, Francia y Venezuela prepararon un dispositivo conjunto por el que lograron descubrir cómo un barco pesquero de los que habitualmente faenan por el Caribe, remolcando una embarcación de alta velocidad, se encontraba en el punto de entrega de la mercancía ilegal.
El modo de trabajo de la organización criminal era proporcionar seguridad a la hora de realizar el intercambio, ya que el uso de lanchas rápidas de este perfil son indetectables en esas latitudes y ofrece a los narcotraficantes un plus de flexibilidad a la hora de eludir a la Policía.
La operación se saldó con una primera actuación en alta mar, en la que se detuvieron ocho personas de nacionalidad venezolana y 177 fardos fueron incautados con 4.248 kilogramos de cocaína. Posteriormente, otras nueve personas fueron arrestadas por los servicios antidroga de Venezuela, también en alta mar, y otras tres en territorio venezolano, que serían los presuntos responsables de la organización.
Esta actuación policial permitió desvelar el método utilizado por las organizaciones criminales sudamericanas para dar seguridad a sus operaciones marítimas. EFE