El 10 de septiembre, la Iglesia católica celebra a San Nicolás de Tolentino, fraile agustino canonizado en 1446 por su vida ascética y milagros.
Orígenes y vocación
San Nicolás de Tolentino nació como Nicolás Gurrutini en 1245 en Sant’Angelo in Pontano, Marcas, Italia, fue hijo de padres devotos que lo concibieron tras una peregrinación a la tumba de San Nicolás de Bari.
Ingresó a la Orden de San Agustín a los 14 años. Lo ordenaron sacerdote en 1270 en Cingoli, asignado al convento de Tolentino en 1274, donde vivió hasta su muerte.
San Nicolás fue conocido por su vida austera, pues ayunaba frecuentemente y dormía poco, además le dedicó horas a la oración, según Catholic Encyclopedia.
Labor pastoral y milagros
En Tolentino, Nicolás predicó durante 30 años, tiempo en que visitó a enfermos y pobres. Además, asistió a los necesitados con alimentos y consuelo, especialmente en tiempos de peste.
Las Actas de Canonización documentan milagros, como la curación de enfermos y la multiplicación de panes, conocidos como “panes de San Nicolás”, bendecidos para los necesitados. Se le atribuyen visiones de las almas del purgatorio, a las que ayudó con oraciones y misas.
Tras su muerte, se reportaron 301 milagros, en los que se incluyen resurrecciones, que respaldaron su canonización.
Filosofía y espiritualidad de San Nicolás de Tolentino
La espiritualidad de Nicolás se centró en la penitencia, la caridad y la devoción eucarística. Como agustino, siguió la regla de San Agustín, que enfatizó la humildad y el amor al prójimo.
Creía que la oración por las almas del purgatorio era un acto de misericordia, y su vida austera reflejó su compromiso con la pobreza evangélica. Su devoción a la Virgen María lo llevó a promover el escapulario agustino, según ACI Prensa.
Canonización y reconocimiento
Nicolás fue canonizado el 5 de junio de 1446 por el papa Eugenio IV, siendo el primer agustino en serlo. Es patrono de las almas del purgatorio, de los moribundos y de Tolentino.
También se le invoca contra pestes y por los navegantes, según la tradición. Su santidad se basa en su vida virtuosa y los milagros documentados, según Vatican News.
Celebración del 10 de septiembre
La festividad de San Nicolás se celebra el 10 de septiembre, fecha de su muerte en 1305, según el Martirologio Romano. En Tolentino, la Basílica de San Nicolás, que alberga sus reliquias, oficia misas y realiza procesiones.
Los “panes de San Nicolás” se bendicen y distribuyen, especialmente en Italia y América Latina.
Legado en la Iglesia de San Nicolás de Tolentino
El legado de Nicolás incluye la devoción a las almas del purgatorio, que promueve la Orden de San Agustín. La Basílica de Tolentino, construida en el siglo XIV, es un centro de peregrinación.
Su culto se extendió a España, México y Filipinas, donde se le venera en iglesias agustinas. Los “panes de San Nicolás” siguen siendo un símbolo de caridad, según Catholic.net.