Kylian Mbappé no parece contento en los primeros meses de esta temporada y a través de pequeños gestos lo está haciendo notar.
El jugador, aclamado por la grada cuando a finales de la pasada campaña anunció que se quedaba en el París Saint-Germain, no ve que se concreten los efectos de esa decisión, que supuso renunciar a una jugosa oferta procedente del Real Madrid.
Apenas sonríe, muestra un gesto molesto y sus estadísticas están, por ahora, lejos de las de la pasada campaña, cuando fue el auténtico motor del equipo, un papel que estas semanas están asumiendo el brasileño Neymar y el argentino Lionel Messi.
Mbappé ha dejado de ser el elemento central del PSG y a través de pequeños mensajes culpa de ello al puesto en el que le ha situado el entrenador, Christophe Galtier, en la punta del ataque.
El último detalle tuvo lugar el pasado sábado, cuando tras el empate de su equipo en Reims publicó un mensaje en las redes sociales. Aunque el contenido era anodino (“empate, cita el martes”) lo acompañó de la etiqueta “pivot-gang”.
De esa forma, el jugador volvía a colocar sobre la mesa el poco cariño que tiene al puesto de “9” en el que juega en su club, que le aleja de los laterales, donde su potencia y su velocidad, cree, le otorgan más peligro.
QUEJA VELADA
Su velada queja se conectó con las declaraciones que hace unas semanas hizo en la concentración de la selección francesa, donde aseguró que Didier Deschamps le daba más libertad.
“Aquí me piden cosas diferentes que en el club. Tengo mucha libertad aquí. El entrenador sabe que hay un número 9 como Olivier (Giroud) que se ocupa de las defensas y yo puedo buscar los espacios, pedir balones. En París eso no pasa, me piden que haga de pivote, es diferente”, señaló el pasado 22 de septiembre.
En Reims, cuando el equipo no encontraba soluciones, Galtien le llamó a la banda a la media hora de juego y, tras un largo intercambio entre ambos, el jugador se dirigió a la punta del ataque con rostro taciturno y negando con la cabeza.
El campeón del mundo de 2018 ya ha tenido que renunciar a su puesto de predilección, el lado izquierdo del ataque, para dejárselo a Neymar, pero ahora ve cómo tampoco figura en el derecho.
El diario L’Équipe sostiene que el club prometió al atacante el fichaje de un “9” de calidad, algo que no se ha producido.
El hombre elegido era el polaco Robert Lewandowski, pero el ex del Bayern de Múnich prefirió recalar en el Barcelona.
El propio Luis Campos, responsable de los fichajes en el PSG, reconoció que no habían cumplido los objetivos.
“Prometimos (a Mbappé) la construcción de un gran equipo (…) con un ‘9’ de referencia que no hemos traído”, dijo el mes pasado Campos a la radio RMC.
Frenado por las lesiones, que le han hecho perderse varios partidos en este inicio de campaña, Mbappé no parece feliz y su rendimiento está por debajo del de la pasada campaña.
A falta de que estalle un “caso Mbappé” que enturbie el ambiente en el equipo, el club parece restar importancia a los signos mostrados hasta ahora por el jugador.
Según el diario Le Parisien, el objetivo pasa ahora por lograr transformar ese malestar en energía positiva, espolearle para que saque su mejor versión.