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En medio del dolor y el desconsuelo de sus familiares y amigos, la tarde de ayer fueron sepultados los hermanos Alejandro y Adriana Barreriro Tobar quienes murieron en un accidente de tránsito.

El hecho se registró el pasado viernes, 17 de mayo del 2024, cuando regresaban de conocer a su sobrina.

Un choque frontal con un camión fue fulminante para los hermanos, quienes no lograron sobrevivir a los golpes y fracturas.

Ambos hermanos eran miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Alejandro y Adriana habían viajado de Quevedo a Manta, en Manabí, a visitar a su hermana mayor, quien hace poco había tenido a su primera hija, sin embargo, la fatalidad se atravesó en el camino.

Los cuerpos de los hermanos Barreiro Tobar llegaron a Quevedo desde Manta pasada las 17h00 del sábado. El velorio se realizó en la sala Jardines de Quevedo, ubicado en la avenida Walter Andrade.

La tarde de ayer los féretros fueron llevados a la iglesia de Jesucristo, donde a través de mensajes se recordó sus vidas, y amigos expresaron su amor y sentimiento de pesar ante lo ocurrido.

Emotivos mensajes para los hermanos que murieron en accidente

“Siempre le decía que era mi ángel y hoy ella es mi ángel en el cielo”, dijo el esposo de Adriana.

“Ella era una mujer maravillosa, te voy a amar por siempre, por toda la eternidad”, expresó.

Posteriormente, los trasladaron al cementerio jardines de Quevedo donde se realizó el sepelio en medio de demostraciones de afecto y consternación.

“Nos volveremos a ver muy pronto y me esforzaré mucho para estar contigo y con tu hermana en el reino celestial, porque sé, sin ninguna duda, que es ahí donde estarás esperándonos con esa gran sonrisa”, expresaron amigos de Alejandro Barreiro en Facebook.

En su mensaje, Tito Barreiro, padre de los hermanos fallecidos en el accidente, dijo: “Mis hijos han partido y el Señor así los dispuso (…) ellos han regresado a la presencia del Padre celestial, fueron fieles y obedientes.

Alejandro tenía 23 años y estudiaba Economía en la UTEQ.

Adriana era doctora de profesión y era la segunda de tres hermanos. A quien viajaron a visitar era la mayor de los tres.