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Jorge García habló con su hijo, Junior, tres horas antes de ser descuartizado en la cárcel de Santo Domingo de los Tsáchilas.
“Papá, cuídate mucho”, le dijo.

Jorge contó que su hijo llamó a su familia el lunes al mediodía a preguntar cómo estaban pasando, y antes de colgar les pidió a todos que se cuiden. “Él se estaba despidiendo, era como que presentía su muerte, pero nunca reveló si estaba en peligro”, expresó Jorge.

Su hijo Junior es uno de los tres reclusos radicados en Manta que fueron asesinados y desmembrados en una masacre registrada el lunes a las tres de la tarde en la cárcel de Santo Domingo. El amotinamiento dejó 12 reos fallecidos.

Junior fue velado en el barrio 15 de abril, y ayer en la tarde lo sepultaron en el cementerio Parques del Recuerdo. Al mediodía le hicieron una misa en la iglesia de La Aurora.

“Es duro recibir una noticia donde te informan que un hijo ha sido asesinado y desmembrado. La muerte de Junior fue tan cruel que le cortaron su cabeza”, expresó Jorge.

Ayer, mientras el cuerpo era trasladado a la iglesia, lloraba en silencio junto al ataúd. Su hijo Junior fue detenido hace un año en el barrio Santa Martha por lanzar piedras a una casa durante un enfrentamiento entre los hinchas de las barras de Barcelona y Emelec. Él era emelecista, y fue condenado a 15 meses de prisión por daños a la propiedad privada. Junior no tenía hijos, se dedicaba al comercio de pescado y tenía previsto salir de la cárcel en dos meses.

Otros fallecidos. Otro de los fallecidos en la cárcel fue David Arroyo, quien fue sepultado en el cementerio de Cuba. También fue velado en el barrio 15 de Abril y su familia evitó pronunciarse.

Otro de los reclusos fallecidos que estaban radicados en Manta era José Gregorio Ramírez Guerrero, alias “Goyo”, a quien le arrancaron el corazón.

Él era de nacionalidad venezolana y cumplía una condena de 36 años de cárcel al ser declarado culpable de una masacre registrada hace más de un año en la parroquia Los Esteros.

Este atentado dejó cuatro fallecidos. Él tenía 36 años de edad y actualmente buscaba recobrar la libertad alegando que era inocente.

La audiencia estaba prevista para el lunes 8 de agosto a las 14h30, en la sala especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia. “Goyo” buscaba ser declarado inocente junto con Rafael Ricardo Ulloa (colombiano) y Manuel Delgado Zamora (ecuatoriano), quienes fueron sentenciados por la masacre.

Los otros dos están recluidos en Santo Domingo.
Este hecho violento se registró el domingo 13 de junio del año pasado, cuando una familia celebraba el cumpleaños de un pariente y atacaron con fusiles a Wellington Espinoza (59); su hijo, Luis Espinoza (36), y los hermanos Jorge (44) y Arturo Burgos Macías (42). Las víctimas recibieron más de 80 disparos.

Origen. Un informe de la Policía dice que el origen de la masacre en la cárcel de Santo Domingo está ligada a “Goyo”.
Todo surgió porque él tendría conexiones con la muerte de Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, quien fue asesinado el 28 de diciembre del 2020 dentro del Mall del Pacífico en Manta. Por este crimen no hubo sentenciados.
También tendría vínculos con el secuestro que sufrió Michelle Macías, la hija de José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, quien, según el Gobierno, sería el actual líder de la banda Los Choneros. Por este secuestro existen dos hombres que esperan ser juzgados en 15 días en el Palacio de Justicia.

José Gregorio Ramírez Guerrero, alias “Goyo”, era venezolano. Tenía en su contra tres procesos judiciales: dos por asesinato y uno por delincuencia organizada. Él fue señalado por la Policía de liderar la organización dedicada al sicariato llamada Cártel La Nueva Escuela, que operaba en Manta.