Asesinato de alcaldes es un récord funesto



Al cumplirse un año de la posesión de las autoridades seccionales actuales en Ecuador, no puede dejarse de lado la forma en que la violencia ha afectado a los GAD en todo el país, con el asesinato de alcaldes.

El asesinato de cuatro alcaldes —dos de ellos en Manabí— y cuatro concejales, todos en funciones, es un récord aciago para el país, afectado por una creciente ola de inseguridad que amenaza a las personas y a las instituciones.

Las investigaciones, hasta ahora, no arrojan resultados específicos y claros. No se han determinado los autores intelectuales ni los móviles de los crímenes.

“Por su trabajo, las autoridades están expuestas a riesgos”.

Estos hechos, y otros que se han registrado en los últimos dos años, demuestran que la violencia ha irrumpido en la política, lo cual lesiona los postulados de la democracia y pone en riesgo el trabajo de las instituciones en beneficio de la comunidad.

Por su labor, las autoridades locales están expuestas a riesgos. A pesar de ello, los mecanismos de protección no son para todos y, si los hay, no son suficientes.

No más alcaldes asesinados y no más impunidad. La muerte de una autoridad es una vulneración a la voluntad ciudadana y una amenaza contra la democracia.

Editorial de El Diario publicado el martes 14 de mayo del 2024 en nuestra edición impresa.