Posibles amotinamientos se han producido en tres cárceles del país este lunes 8 de enero del 2024, informaron las autoridades.
A través de la red social X se reportó un intento de amotinamiento en la cárcel de El Inca, por parte de varios usuarios.
Cámaras del ECU-911 registran un incendio estructural en el sitio. Una columna de humo negra se puede ver desde los edificios aledaños.
Cerca de 15 uniformados del Cuerpo de Bomberos Quito, ambulancias y un camión contraincendios esperan en el perímetro para sofocar el fuego y atender posibles heridos.
De manera preliminar se conoció que unidades especiales de la Policía Nacional y de Fuerzas Armadas se encuentran en los exteriores del centro carcelario.
Los uniformados se encuentran prestos a iniciar un operativo para retomar el control ante posibles amotinamientos.
En otros centros penitenciarios se conoce que existirían guías retenidos por los reos.
Esta medida se habría tomado en rechazo de un posible traslado de cabecillas de bandas de crimen organizado a la cárcel de “La Roca” en Guayaquil.
Se desconoce si en la cárcel de Quito existen guías penitenciarios retenidos.
El amotinamiento en Quito sucede al mismo tiempo que se producen desmanes en las cárceles de Turi en Cuenca y la de Cotopaxi.
En el caso de Turi, al menos 30 internos se subieron al techo de un pabellón, controlan la garita y el filtro de ingreso de vehículos.
Ellos piden que no haya traslados desde ese centro penitenciario a otras cárceles del país.
Un piquete de policías aguarda en los exteriores del predio. Lo mismo sucede en la cárcel de Cotopaxi. Un camión con militares se apresta para ingresar.
En los tres casos, el Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad (Snai) no se ha pronunciado.
Esto sucede luego de que el Gobierno intentara trasladar a alias “Fito”, cabecilla de la banda Los Choneros, de la cárcel Regional a La Roca.
Pero al no encontrarlo en su celda se desplegó un operativo con policías y militares para ubicarlo.
Las autoridades desconocen su paradero y el secretario de Comunicación, Roberto Izurieta, atribuyó su fuga a una filtración de información.