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Con gran paciencia, Ángel Intriago embadurna con almidón cada hoja de papel periódico y le da la forma a El Chavo del Ocho.

Luego se ayuda con pintura para crear al querido personaje con su gorro, sus tirantes y hasta sus pecas.

Al final, el muñeco de papel y cartón queda perfecto y listo para ser adquirido, seguramente por un niño.

Intriago es uno de los artistas que elaboran los populares años viejos o monigotes que se queman a la medianoche del 31 de diciembre.

Su taller está en la calle 20 de Julio, en pleno San Pablo. Luego los expone en la calle Pedro Gual.

En julio inicia la confección y durante seis meses trabaja cada semana hasta sumar unos 200 muñecos de papel y cartón, que luego los vende entre 5 y 50 dólares.

Recordó que el año anterior el más solicitado fue el coronavirus, con sus temidas espigas y rematado con una sonrisa maléfica, mostrando sus dientes.

“La gente los pedía para quemarlos con rabia, y como eran pequeños se vendían a 5, 10 o 15 dólares”,expresó.

En este año nuevamente apostará por el coronavirus, pero ahora con sus variantes delta y la brasileña; entonces, es posible conseguir una coronavirus con traje de garota.

Los personajes más replicados son los irreverentes Simpsons, la patrulla canina, ratón Miguelito y otros de tiras cómicas. Los costos van desde los 10, 20 y 30 dólares.

Los artesanos de los años viejos comentaron que antes las personas fabricaban o compraban su monigote el último día de año, sin embargo, ahora lo adquieren desde el 25 de diciembre y la costumbre es cargarlo en el carro, lo cual le da colorido y alegría a la ciudad.

Un detalle que mencionaron es que en este año los costos de los materiales se han incrementado, sobre todo la pintura, que de 10 dólares pasó a 14 dólares; la goma blanca que costaba 1, ahora está en $1,25, incluso los periódicos que antes les regalaban los vecinos, ahora se vende en 15 dólares el quintal, indicaron.